(Agraria.pe) El Estado debe permitir al empresario participar activamente en mesas de trabajo sectoriales, con el objetivo de delinear políticas públicas que apunten a la formalización, no sólo de la agroindustria, sino de toda la agricultura peruana. Eso es lo que propone Francisco Camino, gerente general de Fruchincha y director de la Asociación de Gremios de Productores Agrarios del Perú (AGAP), y advierte: “La agricultura en el Perú no tiene futuro mientras haya un 78% de trabajadores peruanos en la informalidad".
Agregó que las políticas públicas no van dirigidas a corregir esta situación. "Las leyes laborales en el Perú son probablemente las más duras en Latinoamérica, y yo diría que incluso del mundo. Esto genera que empresas pequeñas y medianas no puedan acceder a la formalización, no les convenga o simplemente no les dé la gana; son leyes que fomentan la evasión y la informalidad”.
Para Camino es momento de sincerarse y de trabajar en aras de una política laboral flexible, “obviamente sin descuidar o reducir los derechos laborales”.
Dice que hay trabajadores que no quieren formalizarse porque no quieren que se les recorte su sueldo, y deciden trabajar con ‘enganchadores’, es decir, con reclutadores informales. “Los trabajadores ya tienen el Seguro Integral de Salud (SIS), donde los atienden igual de mal que EsSalud, pero no les cuesta. Entonces muchos trabajadores y también algunos empresarios, pequeños, medianos, se preguntan ¿para qué pagar el seguro EsSalud si ya tienen el SIS? También sucede que los trabajadores les dicen a sus empleadores que lo correspondiente a EsSalud se incluya en su sueldo para que vaya directamente a su bolsillo porque ya tienen SIS”, dice Francisco Camino.
El Estado debe conocer mucho mejor los sectores productivos del país para que sus políticas públicas sean coherentes con la realidad de cada sector. Eso es lo que propone Francisco Camino, “nosotros, en el sector agricultura, trabajamos en zonas rurales y nuestros trabajadores no tienen acceso a hospitales o postas médicas porque todo está en las ciudades; las políticas públicas no toman en consideración la lejanía de nuestros puntos de operación".
Otro punto que analizó es la alta rotación de los trabajadores en el sector, "en el agro mucha gente llega a la empresa, trabaja uno o dos días y se va a trabajar a otro lugar. Obviamente eso afecta la productividad en las empresas, pero también nos complica los registros porque todo el tiempo tenemos que dar de alta y de baja a personal, y terminamos pagando el mes completo de EsSalud, cuando sólo han trabajado dos días o una semana. Eso es una gran incoherencia que hasta ahora no se corrige”.
Sin seguridad no hay inversión en Perú
El actual gobierno del Perú, dice Camino, ha tenido al menos la voluntad de ayudar al sector agrícola, pero ha habido mucha descoordinación. Por eso insiste en una mayor participación de los empresarios en las mesas de trabajo dentro del Estado.
Indicó que “el Estado legisla como si todos los empresarios en la agricultura fuesen grandes, y luego los pequeños no pueden cumplir con los requerimientos, lo que genera informalidad. Desde que se cambió la Ley de Promoción Agraria, muchas empresas, medianas y pequeñas, se han pasado a la informalidad, y eso es pésimo para el sector, para la recaudación, para el país. Según el Ministerio de Agricultura, sólo el 4% de las tierras agrícolas son manejadas por la agroexportación y fíjate toda la mala publicidad que tiene ese sector; nadie se preocupa de lo que sucede en el 96% de las tierras agrícolas en el Perú, donde opera la agricultura de subsistencia, la familiar. Entonces tiene que verse todo el panorama, hay que buscar formalizar al 100% del sector, no sólo buscar endurecerle las leyes a ese 4%”.
Comentó que la inseguridad es un asunto que también golpea a los empresarios agrícolas peruanos, de manera directa. Al respecto Camino advierte “todo el tiempo se habla de las extorsiones que sufren las pequeñas empresas en Lima, imagínate, en provincia es mucho peor. Y ahora no sólo hablo de las extorsiones, que dicho sea de paso están aumentando, sino también del hecho de que muchas empresas gastan en seguridad, cuando realmente no la tienen; si eres víctima de un asalto y vas a la Policía a poner la denuncia, lo más probable es que no pase absolutamente nada; y si atrapan al ladrón, lo más probable es que lo suelten, porque robó un monto menor, o porque el policía o el fiscal no hizo su trabajo completo, pero el asunto es que no pasa nada".
Agregó "todo lo que se gasta en seguridad merma también las utilidades de las empresas, afectando los sueldos y los salarios de nuestros trabajadores… Todos los sectores productivos del país están íntimamente relacionados; al sector agrícola, no le puede ir bien sin seguridad, o con un deficiente transporte; hay que verlo todo de una manera integral y eso es algo que no se está haciendo en el Perú y es algo que deberíamos hacer para ayer porque se está desmotivando la inversión, ¿quién se va a meter ahora a hacer un desarrollo agrícola en una zona donde de arranque no hay policías? Y si los hay, no tienen camioneta, y si tienen camioneta, no tienen gasolina, y si tienen gasolina, de repente la llanta tiene hueco… Es sumamente importante ver todo el negocio con todas las aristas”.
Fuente: Portal Frutícola