(Agraria.pe) El mercado de maquinaria agrícola en Italia tuvo una performance aceptable en el primer trimestre del año, a pesar de algunas caídas en comparación con el mismo periodo del año anterior. Según datos recopilados por FederUnacoma (el gremio italiano de constructores de maquinaria agrícola) basados en los registros del Ministerio de Transporte de dicho país, se vendieron un total de 5,400 unidades de tractores entre enero y marzo de 2022 (9.9% menos que en el primer trimestre de 2021).
Asimismo, las ventas combinadas de cosechadoras alcanzaron las 41 unidades en el primer trimestre de 2022 (-26.8%), en tanto que el registro de tractores con plataformas de carga alcanzo las 132 unidades (-10.2%). Los trailers y manipuladores telescópicos cerraron en 1,944 unidades (-8.2%) y 309 (18.7%), respectivamente.
Después de un 2021 marcado por un extraordinario crecimiento en las ventas de maquinaria agríola, el retroceso observado en este año puede considerarse orgánico, ya que la demanda por tecnología agrícola sigue siendo fuerte.
La transición hacia la agricultura 4.0, con inversiones en la última generación de equipamiento mecánico, y la presencia simultánea de varios instrumentos financieros para la compra de maquinaria agrícola, contribuyen a respaldar esta demanda. Sin embargo, se espera que conforme avance el año las tendencias en ventas se vean inevitablemente afectadas por factores económicos.
“Nos encontramos en una fase económica contradictoria, mientras que la demanda por maquinaria va bien, la volatilidad de precios y dificultades en el suministro de materias primas, que se ha exacerbado por la guerra en Ucrania, están amenazando el crecimiento del mercado”, explica Alessandro Malavolti, presidente de FederUnacoma.
Así, la crisis de commodities no solo afecta la industria de maquinaria agrícola, haciendo los procesos de producción mucho más costosos, sino que también afecta al sector agrícola en sí, que enfrenta un incremento generalizado de sus costos, especialmente los relativos a fertilizantes, con lo que sus capacidades de inversión caen. “En este escenario, es necesario combinar estrategia de corto plazo con visión de largo plazo, también mirando la posibilidad de explorar nuevos canales y métodos de suministro para materias primas”, concluye Malavolti.
