(Agraria.pe) Según cifras del Ministerio de Trabajo y Promoción del Empleo (MTPE), en diciembre de 2019, el 86.5% de los contratos formales en el sector agrario se regían por el régimen laboral agrario y un año después solo un 19% se encontraba en este. Hay que recordar que en diciembre del 2020 se modificó el régimen laboral agrario.
Los trabajadores del sector que dejaron el régimen laboral agrario pasaron al régimen general, lo que aumentó del 11% al 77.7% la participación del sector durante el mismo período. Esto supuso un incremento significativo de los costos.
Al respecto, la Sociedad de Comercio Exterior del Perú (Comex Perú), señaló que esta migración masiva entre regímenes supuso la pérdida de los beneficios que gozaba el sector, desincentivó mayores contrataciones y evitó la consolidación de planillas formales de nuevos empleadores.
“Como consecuencia de estas modificaciones (sin sustento técnico), las inversiones en el sector agroexportador se concentraron en implementar sistemas de mecanización para reducir la mano de obra”, manifestó.
Por otro lado, indicó que a pesar de que la cantidad de empleos formales del sector agrícola aumentó durante el primer trimestre del presente año, los trabajadores informales ascendieron a 4.161.462.
“Como consecuencia, la tasa de informalidad en el sector se incrementó al 95.9% y así se terminó eliminando uno de los pocos mecanismos de formalización en la agricultura, lo que viene afectando la competitividad de las agroexportaciones peruanas y ha paralizado las inversiones”, sostuvo el gremio de comercio internacional.
En ese sentido, Comex Perú, solicita hacer cambios en el nuevo régimen laboral agrario, los cuales deben basarse en evidencia técnica y rigurosa. “Si bien es cierto que la informalidad presente en nuestro país da pie a que algunas empresas violenten el uso de este régimen, no por eso se debe derogar o hacer cambios radicales que terminan perjudicando a las empresas que sí cumplen con sus trabajadores. Si bien los sindicatos juegan un rol importante, el Ejecutivo o el Legislativo debe sentarse a entablar un diálogo y escuchar las propuestas de todas las partes involucradas, ya que, al fin y al cabo, son las mismas empresas que posteriormente se harán, o no, con los servicios de los empleados”.
Dato
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