(Agraria.pe) Para muchos entendidos en el negocio agroexportador, la decisión de derogar la Ley de Promoción Agraria (27360) en 2020 fue uno de los mayores errores de la política económica peruana de los últimos años.
Esta sensación parece verse confirmada ahora con un reciente estudio realizado por dos funcionarios del Banco Central de Reserva del Perú (BCRP), donde se encuentran una serie de importantes descubrimientos sobre los ámbitos que reforzaba la desaparecida ley.
“La ley de promoción agraria (LPA) redujo el costo impositivo y laboral en compañías dedicadas a los cultivos agrícolas, ganadería y actividades agroindustriales a casi la mitad desde su implementación en 2001”, es una de las primeras ideas que deja el análisis realizado por Renzo Castellares, subgerente de Diseño de Política Económica; y Gustavo Martínez, supervisor especializado de Estadísticas Monetarias.
En su estudio, titulado “El impacto de los regímenes laborales e impositivos especiales en los márgenes intensivos y extensivos de los pequeños exportadores agrícolas”, los especializas apuntan que los beneficios de la LPA fueron muy importantes al impulsar un crecimiento notable de las exportaciones agrícolas no tradicionales del Perú en las dos décadas pasadas, alcanzando a empresas de diverso calado, pero especialmente a las micro, pequeñas y medianas (Mipymes) durante periodos como el comprendido entre 2001 y 2019.
Según explican, “al reducir el nivel de impuesto a la renta y los costos laborales, fue posible reducir una fracción de los costos de exportación fijos financiados por las ganancias de exportaciones y el costo variable unitario; esto se tradujo en un mayor nivel de ganancia operativa. Así, las Mipymes, que estaban acostumbradas una realidad financiera constreñida, se vieron en la posibilidad de exportar en niveles óptimos: gracias a sus mayores ganancias operativas, se volvieron elegibles para más financiamiento de instituciones financieras”.
A esto se suma que estas empresas mostraban bajos niveles de productividad sin acceso a financiamiento y, consecuentemente, incapaces de penetrar en mercados extranjeros. Fue con la LPA que la imagen de estas entidades mejoró ante el sistema financiero.
De igual forma, con información recopilada y contrastada entre 1994 y 2019, los autores aseguran que la LPA fue responsable del 40% de las exportaciones agrarias no tradicionales de las Mipymes, lo que significa que creó aproximadamente 100.000 nuevos empleos en promedio cada año.
La LPA fue responsable asimismo del 59% de los vínculos comerciales de las Mipymes entre 2001 y 2019.
Además, la probabilidad de una empresa para penetrar un nuevo mercado se duplicó en los primeros 6 años de la LPA.
Las críticas sobre menos impuestos y malas condiciones laborales
“Argumentos contra la LPA sugieren que podría haber generado algunos costos adicionales, como el corte a la mitad de la recolección de impuestos sobre ganancias por parte del ente recaudador, sin embargo, los resultados del estudio revelan que la LPA originó crecimiento extensivo e intensivo de los márgenes de exportación. Como resultado, la base impositiva puede haberse expandido sustancialmente y quizá más que la caída producto de recaudación de una menor tasa impositiva, bajo análisis de costo beneficio”, observan Castellares y Martínez.
Otro aspecto abordado fue el supuesto impacto negativo que los críticos de la LPA le achacaron sobre los beneficios laborales, empujando a los trabajadores a condiciones más precarias. Sin embargo, señalan que los resultados del estudio demuestran más bien que la falta de la LPA ha originado que las exportaciones de Mipymes no hayan crecido como solían hacerlo, por lo que los salarios de los trabajadores formales tampoco se han incrementado. Esto implica que para valorar el costo-beneficio de la LPA debe considerarse tanto las condiciones laborales como el mayor salario o ingresos de los trabajadores formales.
Los funcionarios del BCRP recuerdan que las encuestas de años previos al 2020 revelaban el temor entre los empresarios del sector sobre una no renovación de la vigencia de la LPA. La ley, como se sabe, no solo no fue extendida sino que fue derogada y reemplazada por una nueva legislación que buscaba un incremento impositivo y de costos laborales.
“Nuestros resultados sugieren sólidamente que el impacto de esta decisión legal en la performance exportadora de las Mipymes ha sido en detrimento. En cambio, los efectos de la LPA pueden ser replicados en otras economías emergentes a través de reformas del mismo tipo”, concluyeron.
Para leer el documento original en inglés puede ingresar al siguiente link: