(Agraria.pe) El ex ministro de Agricultura y presidente del Instituto Crecer, Juan Manuel Benites, señaló que se hace necesaria una nueva norma de promoción agraria, debido a la necesidad de transformar la actual situación en un sector que tiene grandes posibilidades.
Mencionó que parte del desarrollo agrario que vivió nuestro país desde el año 2000, generó una mayor productividad de los suelos, no solo por inversión en equipos e insumos, sino también en la productividad laboral. “Las personas que trabajan en las plantaciones también han tenido una cambio significativo en términos de productividad, lo que se convierte en mejores salarios”
Destacó que el ingreso de los trabajadores agrarios formales se incrementó un 2.4% en promedio al año entre el 2004 y 2015, siendo mayor en comparación a otros sectores. Además, el ingreso de los trabajadores agrarios formales es 124% superior al de los informales.
“Cuando algunos dicen que la agricultura moderna perjudica al trabajador formal es completamente al revés porque los que están fuera del sector formal ganan la mitad que los que están dentro del sector formal y eso tiene que ver con la productividad. A mayor productividad, mayor salario”, manifestó.
Agregó que tener una normativa estable (Ley de Promoción Agraria N° 27360, que duró dos décadas) permitió un crecimiento estable. Por 20 años (2000-2020) el sector agrario creció encima del 3% en promedio anual. “Este es un dato muy importante de lo que signfica tener reglas claras y estables en un sector ampliamente informal, donde el sector formal en agricultura no representa ni el 10%. Todavía tenemos una gran lucha por formalizar la agricultura”.
Otro dato a resaltar, dijo, es que donde ha habido mayor incremento de unidades productivas ha sido en el sector de menos de 5 hectáreas, comparando los censos anteriores, como el de 1994. “No son las grandes empresas las que están aumentando más, son las pequeñas las que están aumentando, eso significa que estamos atomizando la agricultura, lo cual no es positivo”, comentó.
En relación al comportamiento por tamaño de empresas que se han incorporado al sistema de incentivos de la ley agraria (tanto de la Ley N° 27360, como de la Ley N° 31110), Benites Ramos señaló que en número de empresas, la mayor participación está en las pequeñas y medianas.
“Ha habido una gran incorporación de pequeñas empresas, por lo que no es cierto que solo las grandes se benefician, por lo tanto sí han habido incentivos para las pequeñas empresas. Es verdad que las grandes empresas crecieron más, pero todas han crecido, por lo tanto no ha habido perjuicio de las grandes contra las pequeñas, por el contrario las grandes son las locomotora que van jalando a las pequeñas”, comentó.
Añadió que los incentivos funcionaron para aumentar el número de trabajadores asalariados formales generados por la actividad agraria y agroindustria. Al respecto, detalló que en 2004 se contabilizó 299 mil empleos formales indirectos y 131 empleos formales directos; en el 2009 fueron 421 empleos formales indirectos y 184 empleos formales directos; en 2016 fueron 626 empleos formales indirectos y 274 empleos formales directos; mientras que en el 2022 fueron 787 mil empleos formales indirectos y 344 mil empleos formales directos.
“Claramente hubo un incremento sostenido del empleo formal (tanto directo como indirecto), eso nos debe llamar la atención de manera positiva. Por el 2005 el jornal diario en el sector era de S/ 21 y hoy no baja de S/ 60 (S/ 80 en muchos casos), eso porque hay pleno empleo en regiones como en La Libertad e Ica, donde la pobreza viene reduciéndose considerablemente en la medida que crecen las industrias formales y la agroexportación. A nivel nacional la pobreza en la actividad agrícola y agroindustrial pasó de 81% en el 2004 a 41% en el 2023”, sostuvo.
Costos de ley de promoción en agro
En otro momento, Juan Manuel Benites indicó que contar con una ley de promoción significa un esfuerzo por parte del Estado en lo que significa recaudación. Al respecto, destacó que el gasto tributario (lo que se dejó de cobrar) en estos 21 años que se aplicó la Ley de Promoción Agraria N° 27360 (es decir del 2003 al 2023) suma alrededor S/ 4.165 millones.
“Esto tiene una falacia porque si no hubiese habido esa ley no se hubiese podido cobrar esa cantidad de impuestos, es decir si no hubieses habido producción y exportación no se hubiese podido generar estos flujos”, comento.
Añadió que estos S/ 4.164 millones (de aparente pérdida tributaria) representa solo el 0.03% en promedio anual del PBI durante el 2003 al 2023; sin embargo, en el mismo periodo las exportaciones agropecuarias atribuidos a las leyes de promoción agraria han sumado en total S/ 29.556 millones, lo que representa un promedio anual del 1.93% del PBI nacional entre el 2003 y el 2023.
En cuanto a los ingresos recaudados por tributos internos del sector agrario entre el 2000 y 2023 -gracias al impacto de las leyes de promoción en agroexportación (y las políticas de Estado que han acompañado al sector)- estos alcanzaron los S/ 9.154 millones. “Si nos manteníamos en los niveles anteriores a la ley de promoción agraria, donde las agroexportaciones no superaban los US$ 300 millones anuales, solo habríamos recaudado S/ 2.231 millones en esos 23 años”.
Dato
. Juan Manuel Benties señaló que la agricultura moderna de agroexportación se ubica en aproximadamente 200 mil y 250 mil hectáreas, mayormente en la costa peruana.