Asimismo, se reducirían los costos en un 50%, mediante la adopción de mejores ambientes de crianzas al aire libre, con espacios de descanso, una alimentación balanceada y natural en proporciones equitativas, mejor trato y reposos prolongados
Por: Raúl Yaipén Carranza
Lima, 07 Agosto 2012 (Agraria.pe) Según un informe realizado por la Sociedad Mundial para la Protección Animal (WSPA, por sus siglas en inglés), la mayor parte de los animales de granja del mundo viven en condiciones “terribles”, desarrollados a través del uso de métodos de “línea de producción”, logrando altos rendimientos solo a través del “sufrimiento intenso y prolongado de los animales”, debido a su asilamiento, jaulas de baterías; entre otros.
Asimismo, el compendio señala que el 75% de los pobres del mundo que viven en aéreas rurales, donde la mayoría son granjeros, dependen de la agricultura. Sin embargo, no producen, ni ganan lo suficiente para satisfacer sus necesidades básicas, “debido al exceso de industrialización de las granjas (mecanización), lo que ha contribuido al desempleo en estas zonas y la migración hacia los espacios urbanos”.
Del mismo modo, destaca el estudio que los países en desarrollo utilizan sus cultivos de cereales para alimentar animales en vez que a la población y que los países subdesarrollados, al adoptar el sistema intensivo terminan importando este tipo de productos para mantener sus granjas, generándoles muchas veces dependencia de las importaciones de cultivos como el maíz amarillo duro (MAD), trigo, soya; entre otros.
La Huella animal y sus beneficios
En ese sentido, WSPA – en el marco de la feria FIMA PERÚ 2012 (Feria Internacional de Medio Ambiente) – presentó su programa “Huella Animal”, proyecto que muestra los beneficios de un uso más humanitario de los animales de producción, logrando aumentar, mediante diferentes procesos, la productividad del ganado en no menos del 30% y reducir los costos de servicios en más de 50%.
Crianza intensiva vs pastoreo
De acuerdo con el estudio, los animales de producción intensiva generan un alto grado de estrés, prohibiendo un comportamiento natural en su desarrollo, descubriendo sus defensas hacia diversos tipos de enfermedades, por lo que se recurre al uso indiscriminado de antibióticos y vitaminas que aceleran su crecimiento.
Tal es el caso de las vacas lecheras, que –según afirman los especialistas de la organización internacional– al ser separadas de su cría para que la leche se destine al consumo humano les genera dolor, lo que se traduce en una reducción de energía, caída del rendimiento, infecciones a la ubre, cojeras por estrés; entre otras reacciones que reducen su producción normal.
Por lo que se recomienda ambientes de crianzas al aire libre para la crianza de animales, con espacios de descanso, una alimentación balanceada y natural en proporciones equitativas, mejor trato y reposos prolongados para elevar la calidad de la carne y huevos, brindándole una mejor calidad de vida y una mejor salud a los consumidores.