Se trata de un contenedor con más de 35 toneladas del fruto, el cual es apetecido en Europa.
(Agraria.pe) Fue más de una semana de seguimiento al que parecía ser un simple cargamento de aguacates. Los agentes de la Policía Antinarcóticos de Colombia y colegas suyos en Holanda le siguieron el rastro a la embarcación en su tránsito por medio planeta. Desde que salió del puerto de Turbo, Antioquia, en el corazón de Urabá, los agentes habían recibido la señal de que era una carga viciada.
La Policía colombiana les describió a los holandeses las características del barco que llevaba un contenedor cargado con más de 35 toneladas de aguacates, un producto en auge y apetecido en Europa, que esta vez, según la información que recibieron los agentes, iba con cocaína.
El barco llegó al puerto de Amberes, en Bélgica, y allí los investigadores concluyeron que el contenedor que les interesaba, al que le seguían la pista, no había sido descargado. La embarcación estuvo en ese puerto durante una semana hasta que partió para Rotterdam, en Holanda. Todos esos movimientos estaban siendo vigilados.
En su nueva parada, una grúa descargó el contenedor de aguacates y lo montó a un camión. Los agentes locales aguardaron y prefirieron seguirlo, a la espera de ser conducidos a donde había más miembros de la banda. El cargamento llegó finalmente a una bodega, donde las autoridades holandesas desplegaron el allanamiento.
Los aguacates iban revueltos con 1.188 kilos de cocaína avaluados en cerca de 40 millones de dólares. De un megacargamento de esos, calculan los investigadores, se pueden extraer más de 3,5 millones de dosis de la droga que terminó incautada y que iba a ser repartida por el Viejo Continente. Ocho personas fueron capturadas cuando descargaban la cocaína que, días antes, había partido de Turbo.
Fuente: Semana.com