(Agraria.pe) Después de una temporada en la que las exportaciones peruanas de mango han bajado cerca del 75% en volumen debido a la climatología anómala bajo la influencia de El Niño y el paso del ciclón Yaku, el sector espera recuperarse la próxima campaña, que empezará alrededor de la semana 45 y que durará, como de costumbre, hasta aproximadamente la semana 13.
Frutas de Piura S.A.C., una empresa ubicada en el norte del Perú y que desde hace 14 años se dedica a la producción, procesamiento y exportación de mango, uva y banano, no escatima esfuerzos en el manejo en campo con el objetivo de que la floración, a diferencia del año pasado, pueda prosperar en el próximo mes de agosto.
Frutas de Piura cuenta con 600 hectáreas de mango, entre cultivo propio y la producción de agricultores asociados. El cultivo de mango peruano se sitúa en el norte del país, con el 75% de la superficie cultivada en la provincia de Piura y el resto en Olmos, Motupe y Casma. En Piura, el 80% de los productores de mango posee una superficie que no supera las 10 hectáreas. La variedad mayoritaria es Kent, que representa el 90% del total cultivado en el Perú. El 10% restante consta de variedades que se comercializan en el mercado local o se destinan a la industria de procesamiento, el cultivar Edward en particular, de acuerdo con César Morocho Marchán, director general de Frutas de Piura.
El valor añadido de la National Mango Board
De los envíos al extranjero, el 60% se destina a Europa, el 33% a Estados Unidos y el resto a Asia y Latinoamérica. "El mercado chino ciertamente es una opción para el mango peruano, pero el tiempo de tránsito por mar de alrededor de 45 días supone un problema. Actualmente, la fruta sale del puerto de Paita, aunque en un futuro próximo esperamos contar con nuevas rutas marítimas desde el puerto de Chancay y que reducirán en 10 días el tiempo invertido. No obstante, para estimular el consumo de mangos peruanos en China, hará falta una labor de promoción, especialmente en diciembre y enero, que son los meses fuertes en nuestra ventana comercial, puesto que la demanda china sólo suele aumentar en vísperas del Año Nuevo, que cada año cae entre el 20 de enero y el 15 de febrero", explica César Morocho.
"En realidad, tenemos una ventana comercial especial. El mango peruano llega al mercado tras la oferta ecuatoriana y antes de la de México y América Central. Y si bien enviamos la mayor parte a Europa, el mercado estadounidense tiene la ventaja de que el crecimiento anual del consumo se cifra en 3-4%, sobre todo gracias al excelente trabajo de promoción de la National Mango Board (NMB). De hecho, haría falta una entidad similar en Europa para incrementar el nivel de consumo de esta fruta tan sana y sabrosa entre los consumidores europeos", sostiene César Morocho, que hace unos años fue miembro del Consejo de la NMB.
Hace falta organizar bien la oferta
En 2022, el Perú envió a los mercados extranjeros un total de 241.182 toneladas de mango, ocupando el segundo puesto en el ranking de los países exportadores de mango, sólo detrás de México (447.502 toneladas) y precediendo a países como Brasil (231.874 toneladas) e India (171.748 toneladas), de acuerdo con datos de la Organización de las Naciones Unidas para la Alimentación y la Agricultura (FAO). La superficie cultivada, de 35.353 hectáreas en 2022, había aumentado un 19% en 5 años.
"No obstante", prosigue César Morocho, "una superficie plantada de unas 35.000 hectáreas se traduce en una producción que casi supera la demanda actual en los mercados a los que ahora mismo el sector peruano tiene acceso. Ampliar el área plantada de manera descontrolada podría dificultar el flujo constante de los envíos al extranjero. Si bien hay cierto margen de expansión, gracias al aumento del consumo en Estados Unidos y el potencial de Asia, sobre todo cuando se abra el nuevo puerto de Chancay, tenemos que organizarnos bien, ya que un incremento demasiado rápido de la producción podría llevar a una sobreoferta en el mercado internacional y a la consiguiente caída de los precios", advierte el director general de Frutas de Piura.
En cuanto a los destinos asiáticos, el mercado japonés se presenta como una opción atractiva por el buen de nivel de precios que se obtiene por el producto enviado en avión. "Para los envíos por vía aérea, se necesita cierto nivel de conocimiento y experiencia. Frutas de Piura exportó mango por vía aérea a Japón, ahora ya no lo hacemos, pero cuando lo hacíamos, usábamos cajas especiales, que disponen de una almohada en la parte inferior, una malla por encima de la fruta e incluso una cubierta que proteja los mangos de las temperaturas bajo cero durante el trasbordo en Canadá", explica César Morocho. Algo menos del 10% de los mangos exportados por Frutas de Piura se transportan por vía aérea.
La floración prospera con una temperatura de 16 ºC
La temporada pasada, el Perú exportó 2.600 contenedores a los mercados de ultramar, muy por debajo de los 10.600 contenedores de la campaña anterior. "Y es que la temperatura media en los meses de junio, julio y agosto fue de 19 ºC, mientras que el mango necesita una temperatura de 16 ºC durante la fase de floración. Además, hubo problemas de podredumbre de la fruta al llegar a los destinos debido a una enfermedad fúngica por las altas temperaturas y el alto nivel de humedad. Si bien existen productos fitosanitarios que logran mitigar las consecuencias, su uso no está permitido en la producción destinada al mercado de la Unión Europea (UE). En una temporada normal, en Frutas de Piura enviamos de media unos 400 contenedores, el año pasado apenas logramos cargar 80 contenedores", lamenta César Morocho, que añade que el sector afronta con mucho miedo esta nueva temporada. "Necesitamos adecuar las técnicas en campo, por ejemplo realizando una poda más profunda para que la copa del árbol esté más abierta y permita una ventilación mayor".
Y si el problema de las altas temperaturas es recurrente en el futuro, el director de esta empresa frutícola del norte del Perú indica que posiblemente se tenga que plantar variedades resistentes a temperaturas más altas. "Durante 25 años hemos estado muy cómodos con la variedad Kent, a lo mejor ahora tenemos que considerar otras opciones. De hecho, algunos productores están haciendo pruebas con la variedad Calypso, de origen australiano, pero tendremos que esperar algunos años para saber si es una opción válida para nuestra zona, ya que la planta de mango tarda unos tres años en tener la primera producción. Estamos expectantes", concluye César Morocho.
Fuente: Fresh Plaza