Por: Abraham Levy
(Agraria.pe) Final del verano 2024. Como se indicó más de una vez; las condiciones que se perfilaban previas a la llegada del verano permitían descartar un evento severo de El Niño. Razones había varias; la certidumbre – como es habitual siempre es menor. Sin embargo, conforme avanzaba el verano las lluvias en nuestro país empezaron mostrándose flojas y terminan el verano aún más flojas. Al extremo que –para sorpresa de muchos– la mayor deficiencia podría no estar en el sur sino más bien en el norte cuando se cierre el análisis de las precipitaciones del trimestre más lluvioso de la temporada: enero – marzo.
La climatología peruana y los modelos de tiempo y clima nos hacen pensar que nos quedan –en el mejor de los casos– unas tres semanas de lluvias antes de que decaigan.
La inquietud que tenemos es: ¿Ha llovido lo suficiente para satisfacer –allí donde hay reservorios– nuestras necesidades para la época seca? La respuesta es, hasta ahora, mayoritariamente sí.
Para Lima y Callao los reservorios del Rímac más los sistemas Marca en las subcuencas de la margen derecha del Mantaro están cerca del llenado completo. De este modo, la proveeduría de agua para la población este 2024 está asegurada.
Para el abastecimiento de nuestras principales cascadas de centrales hidroeléctricas: las del Mantaro y Rímac, ya hay almacenada el agua que se necesita: El lago Junín está lleno plenamente. Esto permite mayor previsibilidad en las tarifas eléctricas además.
Para el riego en el sur, al inicio de la próxima semana todos los embalses arequipeños deben estar llenos. En Moquegua y Tacna, Pasto Grande y Aricota no llenarán, pero estarán con volúmenes mayores a los de la última campaña.
Es en el norte donde hay aún que completar la tarea. Para Gallito Ciego y Tinajones, fuentes de riego para la campaña grande de arroz, las lluvias más importantes se suelen observar en las siguientes pocas semanas, hecho que además viene acompañado de una reducción de la demanda de agua por la cosecha en marcha.
Es decir, debería aumentar el ingreso de agua por precipitación y disminuir la demanda a la vez. Con Gallito Ciego al 77% y Tinajones al 69%. Aquí hay dudas que pronto serán dilucidadas. No llenar esos embalses podría significar una reducción de la campaña chica de invierno.
Más al norte en Piura, San Lorenzo ya superó el 90% y Poechos el 50%. Si bien es cierto esta última cifra es baja; basta unos buenos días de lluvia en la cuenca alta del Chira y el sur de Ecuador para llenar.
Ahora bien, si las lluvias terminan prematuramente la utilización de embalses se adelanta. Pero si La Niña llega como se espera; el 2025 debiera ser un buen año de aguas en la sierra.
Fuente: Perú 21