La Comisión de Recursos Genéticos para la Alimentación y la Agricultura cumple 30 años. Dispondrá de una Hoja de Ruta para salvaguardar especies agropecuarias y forestales.
Por: Redacción
Lima, 16 de abril 2013 (Agraria.pe) Los recursos genéticos serán la clave para garantizar la seguridad alimentaria frente al cambio climático, por lo que salvaguardarlos será de vital importancia para conservar las especies agropecuarias y forestales del mundo, advirtió el Director General Adjunto de la Organización de las Naciones Unidas para la Alimentación y la Agricultura (FAO), Dan Gustafson.
Estas declaraciones las realizó en el marco de las celebraciones del 30 aniversario de la Comisión de Recursos Genéticos para la Alimentación y la Agricultura, en Roma, donde aseguró que “el sector agrícola es un imperativo para la supervivencia humana y que los recursos genéticos serán una parte esencial de cualquier estrategia de adaptación”.
Asimismo, señaló que en el contexto del cambio climático, que es uno de los mayores retos que enfrenta la humanidad, “los recursos genéticos para la alimentación y la agricultura juegan un papel crucial en la seguridad alimentaria, los medios de subsistencia seguros y los servicios ambientales¨.
En ese sentido, mencionó que la comisión dispondrá de una Hoja de Ruta sobre el Cambio Climático y los Recursos Genéticos para una primera fase 2017, que incluye: la elaboración de directrices sobre la integración de los recursos genéticos para la alimentación y la agricultura; la identificación de puntos críticos de la biodiversidad frente al cambio climático; y el desarrollo de un plan de acción para conservar los parientes silvestres de cultivos de la amenaza de extinción.
Mientras la comisión está avanzando en recursos fitogenéticos y zoogenético, la FAO está abordando los recursos genéticos de los bosques, al vida acuática, microorganismos e invertebrados, incluyendo a las bacterias, las lombrices de suelo y una gran cantidad de polinizadores, que permitirán continuar con el desarrollo de la agricultura, indicó Gustafson.
Por su parte, Linda Collete, secretaria de la Comisión de Recursos Genéticos para la Alimentación y la Agricultura, señaló que “la humanidad va a tener que utilizar todas las herramientas a nuestra disposición para afrontar el desafío de producir suficientes alimentos mientras el planeta se calienta".
"Estamos constantemente ampliando los abultados inventarios de animales terrestres y acuáticos, plantas, árboles, invertebrados como los insectos polinizadores e incluso organismos microscópicos -y sus genes- y algunos tienen la clave para la adaptación al cambio climático. No sólo hay que conservar esa diversidad genética, sino que también hay que garantizar el acceso a la misma y garantizar que los beneficios derivados de su uso se comparten de forma equitativa y justa ", explicó Collette.
Datos
- La FAO estima que en el siglo pasado alrededor del 75% de la diversidad genética de los cultivos se perdió cuando los agricultores en todo el mundo se pasaron a variedades genéticamente uniformes de alto rendimiento y abandonaron muchas variedades locales. Según los datos más recientes de la FAO, el 22% de las razas de ganado están en riesgo de extinción. Sin embargo, las razas locales menos estudiadas a menudo poseen defensas genéticas que les permiten caminar largas distancias para llegar a los pozos, sobreviven con poca agua y forraje y resisten las enfermedades tropicales.
- Las plantas representan más del 80% de la dieta humana. Una treintena de cultivos cubren el 95 por ciento de nuestras necesidades de energía alimentaria y sólo cinco de ellos -arroz, trigo, maíz, mijo y sorgo- comprenden el 60 por ciento. Sin embargo, el hombre ha seleccionado y cultivado más de 7.000 especies vegetales desde que aprendió a hacerlo hace miles de años. Y existen hasta 30.000 especies de plantas terrestres comestibles en el mundo.
- Los ecosistemas acuáticos del mundo se componen de aproximadamente 175.000 especies de peces, moluscos, crustáceos y plantas acuáticas. Sólo diez especies representan el grueso de la pesca de captura en el mundo, mientras que también diez especies suponen la mitad de la producción mundial de la acuicultura.