(Agraria.pe) En los últimos meses del año pasado, las remesas de cebolla fresca se vieron ligeramente favorecidas, debido al aumento de la demanda europea de cebollas y a la prohibición de exportación de uno de sus principales proveedores: Egipto. Esto habría generado una oportunidad para la cebolla peruana para ganar mayor participación y a su vez poder demostrar la calidad de esta.
Desde enero hasta noviembre del año pasado, los envíos de cebolla peruana sumaron 227,273 toneladas por US$ 91 millones, lo cual fue 12% menor en volumen y 2% menor en valor, viéndose así reflejado el aumento del precio del producto en un 11% con respecto al 2022. En cuanto a los destinos de la cebolla peruana, debido a los sucesos ocurridos en Egipto y al aumento de la demanda europea, España se convirtió en un importante comprador en este periodo, logrando pasar del tercer al segundo lugar.
En primer lugar, se volvió a posicionar los Estados Unidos, con el 58% de participación y un total adquirido de 110.698 toneladas por US$ 53 millones, reflejando así una caída tanto en el volumen como valor de 24% y 16%, respectivamente. Con respecto al precio en esta plaza, este aumentó 10%, fijándose en US$ 0.48 por kilogramo.
Por su parte, España llegó a comprar 41,341 toneladas por US$ 22 millones (24% de participación), lo cual significó un aumento de 53% en el volumen y 91% en el valor que el 2022. Ello debido al incremento del precio en este destino (+24%), alcanzando a cotizarse la cebolla peruana en el mercado europeo a US$ 0.53 el kilogramo, llegando a ser uno de los precios más altos.
Cerrando el podio se encontró Colombia, desplazado del segundo lugar que tuvo un año antes. Hacia este mercado se llegó a exportar un total de 46,425 toneladas por US$ 10 millones, 22% menor en volumen y 23% menor en valor. En este caso, el precio también cayó 2%, fijándose en US$ 0.22 el kilogramo.
Fuente: Fresh Fruit