En la presente campaña se han instalado 2.500 hectáreas de cebolla dulce. Por parte de KeyPerú se estima exportar entre 21.600 y 27 mil toneladas.
(Agraria.pe) En la presente campaña de cebolla dulce (agosto 2018/enero 2019) nuestro país podría despachar hasta 121.500 toneladas de dicho producto (4.500 contenedores de 27 toneladas c/u), lo que representaría un incremento de 4.6% respecto a las 116.100 toneladas (4.300 contenedores) enviadas en la campaña anterior 2017/2018.
Así lo informó el gerente general de KeyPerú, Miguel Ognio, quien destacó que este incremento se debe a la buena producción que se registra en las principales zonas productoras como Ica, y el norte chico de Lima, que viene acompañado de una alta calidad. Sin embargo dijo que el frío está retrasando la producción. Se estima que para la presente campaña se instalaron alrededor de 2.500 hectáreas de cebolla dulce.
El 80% de las exportaciones de cebolla duce se dirige a Estados Unidos, el 18% a Europa (España y Holanda), que recién ha comenzado a conocer las ventajas de una cebolla de sabor suave, y el resto a mercados vecinos como Ecuador, Colombia, Chile y Bolivia, quienes la solicitan cuando hay escasez en su producción interna.
Miguel Ognio dijo que por el lado de su representada se proyecta exportar entre 21.600 y 27 mil toneladas de cebolla dulce (entre 800 y 1.000 contenedores) que es el volumen que manejan regularmente.
Agregó que KeyPerú tiene 330 hectáreas de cebolla dulce en Ica y 100 hectáreas en el norte chico de Lima. Dependiendo del mercado podrían incrementar las áreas de sembrío de dicho producto, pero por ahora el mercado no absorbe tanta oferta.
Retos del sector
En otro momento, Miguel Ognio se refirió a los retos que se deben superar en cuanto a la cebolla dulce para la sostenibilidad del sector. Dijo que el principal competidor de Perú “somos nosotros mismos” ya que los envíos del producto se realizan de forma desordenada, provocando que se concentre mucho volumen en determinadas semanas, originando una caída en el precio por saturación del mercado.
Agregó que la fortaleza de la cebolla dulce peruana en el mercado norteamericano es su sabor y alta calidad, lamentablemente hay mucho descuido en el producto que se exporta, ya que algunas cebollas van con sabor picante, lo que le resta prestigio a nuestro país.
“El mercado espera la cebolla dulce peruana por su alta calidad pero si comienza a llegar cebolla picante perderemos prestigio (que nos perite obtener precios premium) y comenzaríamos a competir con la cebolla de producción propia de Estados Unidos, que no tiene cebolla dulce, y abriríamos la ventana para que otros países que no tienen la cebolla de calidad que tenemos nosotros ingresen a ese mercado”, comentó.
Al respecto, dijo que desde gremios exportadores como la Asociación de Exportadores (ADEX) se debe hacer una labor de docencia para que se explique al exportador lo que se tiene que despachar, crear conciencia de calidad y por qué es necesario exportar buenos productos.
Otro de los retos a superar es respetar los límites máximos de residuos de agroquímicos. Dijo que algunos clientes por tener mayores rendimientos aplican más agroquímicos al producto y cuando llega al mercado internacional son rechazados, lo que afecta el prestigio de Perú como exportador.
A esto se suma la congestión en el puerto del Callao (que en el despacho de productos perecibles podría generar graves problemas), incremento irracional de los operadores logísticos, alto precio de los insumos químicos, entre otros, que quitan competitividad a la oferta nacional.