“No debe convertirse en un apéndice de Cofide”, dice Lucila Quintana. En tanto, Juan Manuel Benites refiere que lo peor sería empezar a condonar deudas y bajas tasas pues eso corresponde a un enfoque paternalista.
(Agraria.pe) La reciente renuncia de los principales directivos de Agrobanco disparó las alarmas sobre el futuro de la entidad; más aún si se recuerda que el expresidente de la institución, Richard Hale, había declarado semanas atrás que no contaban con dinero para otorgar créditos y que estaban abocados a la recuperación. ¿Cuál será el futuro de la institución y qué ideas deben guiarlo en adelante?
Al respecto, Juan Manuel Benites, exministro de Agricultura durante el gobierno de Ollanta Humala y actual presidente ejecutivo del Instituto Crecer, considera que como banca de primer piso, Agrobanco se convirtió en un instrumento importante para el pequeño y mediano productor, especialmente en el sector cafetalero.
“(Agrobanco) ha sido el motor de la recuperación del café, cuya producción cayó entre 40 a 50% por el problema de la roya amarilla. El Estado reacciona a través de programas de crédito y recuperación de plantaciones. Y es crédito administrado con asistencia técnica, son instrumentos que se pueden manejar hoy porque antes la asistencia técnica se cobraba como parte de la tasa de interés. Con la tasa de 10% era suficiente para que el pequeño productor se pudiera recuperar con plazos de gracia de tres años”, sostiene.
Agrega que lo importante en adelante no es pedir más dinero para la institución sino priorizar adecuadamente el fondo Agroperú del Ministerio de Agricultura y Riego (Minagri), que es una de las fuentes básicas de Agrobanco, para que pueda apalancar bien y elegir acertadamente la cartera de créditos, todo dependerá de cómo se les gestiona y recupera.
“La entidad debe tener políticas claras de recuperar créditos, no bajar tasas, no condonar, no lanzar RFAs (leyes de reinserción económica y financiera para el sector) que es un mal negocio, y es algo que no ven los políticos en el Congreso”, señala. Esto –considera- es parte del peligro de una mirada politizada con actitud paternalista que afecta la imagen la agricultura en el sistema bancario donde se lanza el mensaje de que no hay que pagar.
Agrobanco no debe ser apéndice de Cofide
Por su parte, Lucila Quintana, gerente de Conveagro y directora de la Junta Nacional del Café (JNC), estima que los últimos acontecimientos confirman que Agrobanco está transitando una etapa de crisis financiera por falta de liquidez, una situación que ya habían advertido a los equipos económicos de los partidos políticos que pasaron a la segunda vuelta en las pasadas elecciones presidenciales.
“Advertimos a ambos partidos que las cifras pintaban en rojo y debían tener un directorio con capacidad para negociar la cartera de cafetaleros que está inmersa ahí. Compraron otras carteras y no le dieron prioridad a la de café que es bastante abultada por la roya amarilla…Una vez que compren esa cartera, tendrán suficiente posición para buscar un nuevo directorio que vea cómo aplica sus financiamientos, que sean sindicados, monitoreados y se busque la mejor forma de dar el crédito y recuperar”, apunta.
Desde su perspectiva, también es básico para garantizar el futuro de la institución que el Gobierno inyecte un capital de 1,200 a 1,500 millones de soles que ayude a agilizar el apalancamiento, garantizando que se comporte como banca de fomento con créditos que no trepen hasta el 30%, una tasa impagable para los pequeños productores.
Sobre la posibilidad de convertir a Agrobanco en banca de segundo piso, Quintana consideró que no se le debe transformar en un “apéndice de Cofide”, pues un aparato financiero en crisis no puede albergarse en otro que también está débil.
“Hacemos un llamado a la ministra Cooper (Economía y Finanzas) para que vea la necesidad que hay de fondear Agrobanco con dinero fresco del MEF y de mejorar el directorio con una reingeniería de procesos. Si hay mucho personal debe hacer una evaluación y quedarse solo la gente que esté comprometida con la institución, de esa manera vamos a tener un banco en crisis pero que va a ser sostenible en el tiempo con mejores controles, porque de nada sirve inyectar dinero si no hay pequeños productores a los que prestar”, sostuvo.