05 abril 2016 | 09:42 am Por: Edwin Ramos | prensa@agraria.pe

Dificultades y potencialidades de un cultivo histórico

“EL ESTADO POR UN LADO QUIERE ACABAR CON EL ALGODÓN, Y POR OTRO LADO LO INCENTIVA”

“EL ESTADO POR UN LADO QUIERE ACABAR CON EL ALGODÓN, Y POR OTRO LADO LO INCENTIVA”

Alfredo Lira, presidente del Instituto Peruano del Algodón (IPA), conversa con Agraria.pe sobre el presente del mercado del algodón peruano, el trabajo de su institución para desarrollar una semilla propia que reimpulse el sector y los grandes retos que afrontan los productores.

(Agraria.pe) No es el mejor momento para la industria algodonera del país, lo reconoce Alfredo Lira, quien conoce el sector desde hace mucho años. Sin embargo, hay oportunidades gracias al desarrollo científico e imprevistas oportunidades de mercado que se deben aprovechar. 

¿Cómo calificaría el momento que vive el mercado del algodón peruano?
Se encuentra de capa caída, en retroceso y por dos factores principales: la falta de desarrollo de variedades, que significa pérdida de productividad en variedades pues no hubo investigación y desarrollo en los últimos 30 años, algo de lo que debieron encargarse las universidades como sucede en otros países. Lo segundo es el ingreso de nuevos cultivos bastante más rentables que el algodón, como sucede en el sur de Cañete a Nazca, Ica, Chincha, Pisco, con el desarrollo del espárrago, páprika, uva, cítricos y ahora los arándanos como cultivos de exportación mucho más rentables que el algodón. 

¿Cuál es la perspectiva a futuro para el algodón entonces?
De hecho los algodones en EE.UU. se cultivan en áreas muy grandes. La perspectiva es que el algodón vuelva a crecer en el Perú si logramos ponerlo en agenda en el norte del país con la irrigación en grandes áreas, allí se puede cultivar fibra extra-larga, ese es el camino en el que está yendo el IPA. 

El IPA desarrolló una semilla propia, ¿cómo la está gestionando?
Como IPA hemos desarrollado una semilla llamada IPA-59, que tiene alta productividad en riego tradicional, no en riego tecnificado, y produce entre 80 y 100 quintales, algo que no se ve hace mucho, y además de fibra extra-larga en el sur, algo que antes solo se podía hacer en el norte con el Pima por ejemplo. Hemos logrado introducir la semilla con muy buenos resultados, con buenas perspectivas a futuro en la medida que las desmotadoras cambien sus sistemas, porque la fibra extra-larga necesita máquinas especiales. Hay desmotadoras, comerciantes de algodón y textiles interesados en que esto funcione. Si alguien piensa sembrar Tangüis o una variedad de fibra corta no tiene sentido ahora. 

¿En qué otras regiones están trabajando con esta semilla?
La semilla IPA-59 la estamos desarrollando también para el norte con gran éxito en el Valle del Santa (Ancash), Chiclayo (Lambayeque), y estamos tratando de introducirla en Piura, donde hay una fuerte presencia del Tangüis. Yo creo que el futuro del algodón en volúmenes importantes va a estar en irrigaciones como el nuevo Olmos, Alto Piura y, eventualmente, Chavimochic III, que está al norte de La Libertad, pero eso lo dirá el tiempo.

¿Cuánto tiempo necesitó el IPA para desarrollar esta semilla?
Es un desarrollo de no menos de 15 a 20 años, que resultó del trabajo y mezcla del Tangüis con Pima y extra-largo, por eso ahora se puede sembrar en el sur y sale fibra extra-larga, hay un mérito tremendo. El gran activo del IPA es la semilla IPA-59, estamos haciendo alianzas con empresas extranjeras para mejorar y estabilizar las semillas para que sean más rentables para los agricultores. Hoy un campo de cuatro hectáreas no es rentable para una familia de Pisco, Ica, Cañete o Chincha. La fibra extra-larga es 3% del mercado mundial, como sembrar lo más exclusivo del algodón. 

¿Cuál es la oportunidad comercial del país con esta variedad a nivel exportación?
Esta fibra se produce actualmente en California, en el valle de San Joaquín, donde hay cada vez más problemas con el agua. Esa es una oportunidad para que Perú produzca algodón y exporte, pero tiene que funcionar esto como una cadena. El IPA es parte de esta cadena y está haciendo las funciones que no hicieron las universidades, el INIA, el Estado, para mejorar la parte genética. Estamos hablando con ministerios porque si esto lo organizamos en valles donde se siembra arroz por ejemplo, que es donde se desperdicia mucha agua en el cultivo, podría ser más rentable. 

¿Hay políticas claras del Estado para apoyar este desarrollo?
Lo del Estado es increíble, tiene un programa de reconversión de cultivos de algodón, o sea para acabar con el algodón, y por otro lado tiene un programa para validar o implementar y acelerar cultivos de fibra extra-larga. En el mismo Estado hay dos políticas contradictorias, quieren acabar con el algodón y quien incentivarlo a la vez. Si no nos ponemos de acuerdo sobre lo que se quiere hacer y cómo hacerlo va a ser imposible. 

¿Puede mirar el Perú como ejemplo de industria algodonera algún caso extranjero?
No, porque lamentablemente en Perú la tierra está atomizada y el algodón atomizado no es negocio, tienen que unirse los agricultores para que funcione. Como dije, el mayor productor es EE.UU. con el valle de San Joaquín, donde una sola empresa siembra al año 35 mil hectáreas, pero cada vez tienen más problemas con el agua. Es un nicho de mercado Premium que podríamos tomar con Olmos, con la dotación de agua que tiene el Alto Piura. Se necesita una planificación, no todo va a ser palta, arándano y uva en los nuevos proyectos de esas zonas, eso también tiene un límite. Creo que el algodón puede ser amortiguador de problemas que van a venir, y con potencial exportador. 

¿Los precios están a buen nivel?
El algodón hay que verlo por costo de producción, el precio no lo marcamos nosotros ni el mercado peruano pues se trata finalmente de un commodity. Pero a niveles de 140 a 150 dólares por quintal fibra, que es el piso histórico, debería ganarse plata. Hoy estamos a niveles bajos, 150 dólares, pero llegó a 200 hace dos años. 

¿Ha leído o escuchado entre los candidatos presidenciales alguna propuesta para el sector que llamara su atención
No he encontrado ideas sobre el tema, leo periódicos todos los días y no encontré nada. En el debate escuché solamente a Alan García decir que la Ley de Promoción Agraria debería revertirse, pero si el Perú está posicionado en agroindustria como ahora es gracias justamente a esa ley, es una mala idea eso. Al contrario, deberíamos alargarla, porque ha permitido que el Perú exporte US$ 4.000 millones y vaya camino a los US$ 7.000 millones en los próximo cinco a siete años. El señor García y otros deberían ir a los campos y ver la cantidad de empleos que la industria da a la gente. 

Etiquetas: algodon