20 agosto 2024 | 10:09 am Por: Redacción

Señaló Jorge Briones, experto en obras hidraulicas

“El Estado debería declarar en emergencia la presa Limón”

“El Estado debería declarar en emergencia la presa Limón”
Especialista explicó que, ante la escasez de agua y el problema por sedimentación de la presa Limón, los agricultores de la zona están gravemente afectados. Estado peruano habría invertido cerca de US$800 millones en la infraestructura.

(Agraria.pe) “El Estado debería declarar en emergencia la presa Limón, porque con un proceso normal de licitación de cinco o seis años (considerando la construcción de una nueva presa), no se va a encontrar una  solución”, afirmó el ingeniero lambayecano Jorge Briones Gutiérrez, experto en obras hidráulicas. “Se tiene que convocar a los mejores especialistas y decir si esta presa se puede recrecer”, precisó.

Briones, graduado por la Universidad Politécnica Estatal Pedro I de San Pertersburgo-Rusia, explicó que ante la escasez de agua y el problema por sedimentación de la presa Limón, los agricultores de la zona están gravemente afectados,“tiene que construirse una captación de aguas limpias y dejar de lado los veintiún millones de metros cúbicos de sedimento, que tampoco se pueden dragar por los costos enormes de energía y porque no hay adónde colocar el sedimento”.

Dijo en ese sentido que “este tipo de presas son difíciles de purgar. Se ha intentado limpiar y la estructura no está preparada para hacer la descarga de la purga de forma adecuada”, además por los grandes impactos ambientales y sociales, que originan las aguas con alto contenido de sedimentos.  

Costos
Sobre los costos que ha representado esta obra, explicó que el Estado peruano ha invertido US$ 70 millones (con un préstamo de la CAF) y durante la operación le ha pagado a la concesionaria cerca de US$ 30 millones por dieciséis años. Es decir casi US$ 600 millones, aunque a valor actual, serían aproximadamente, US$ 800 millones, según calculó.

“¿Cómo recupera el Estado ese dinero con una presa sedimentada?”, cuestionó el especialista.

Las fallas
“Mi posición es que la presa Limón no se puede recrecer porque su sistema de impermeabilización no está preparado para la elevación de cuarenta y tres (43) a ochenta y cinco (85) metros, como se le exigía a Odebrecht, recordó.

En la presa actual, por debajo, hay un diafragma de concreto y adicionalmente ha debido ejecutarse inyecciones de cemento (como consideraba el proyecto de los rusos de los años ochenta). Y esa es una solución de seguridad, pero Odebrecht no la ejecutó. Y esa es mi razón para decir que no se puede recrecer”.

Explicó que cuando ingenieros soviéticos hicieron un estudio en 1980, plantearon la  construcción de la presa limón, de 85 metros de altura y 80 millones de m3 para volumen muerto y 100 millones m3 para volumen útil.

“Tras cuarenta y cinco años nunca se hizo un estudio serio de sedimentologia. Eso  hay que ir controlándolo y no se ha hecho”, señaló.

Consultado sobre por qué no se construyó la presa  de 85 metros sino de 43 metros, dijo “habría un interés político y económico”, aunque  según sus investigaciones, no se sabe en qué momento se decide hacerla de 43 metros de altura.

“Hay una responsabilidad del concesionario porque presentó una propuesta técnica y había unos TDR para la concesión. Si uno revisa la propuesta técnica ellos planteaban un manual de operación y mantenimiento para poder purgar. Entonces, si yo me impongo unas reglas y un manual, ¿por qué no lo ejecuto?...Por otro lado, el PEOT es el supervisor de las obras y  debieron  estar supervisando”, expresó.

Futuro
Para Jorge Briones, “es importante ver las consecuencias negativas como la limitación de agua. Han hecho un comunicado en donde le echan la  culpa al estrés hídrico, pero en realidad el embalse  de la presa se debe llevar desde febrero, marzo y abril para entregar agua en julio, julio y agoto. Sin embargo, ya en julio el embalse no tenía agua, por lo que no se puede acumular para cubrir la demanda del valle viejo y las tierras nuevas.

Briones añadió que la limpieza actual es un paliativo. “Han tenido que limpiar porque se había tapado la captación del túnel transandino... Hoy no hay agua pero en febrero se volverá a obstruir porque el agua viene con mucho sedimento y el nivel de sedimentación de la presa se va a incrementar”.

Tierras

Jorge Briones lamentó finalmente el riesgo al que se expone a los inversionistas de Olmos, que hoy tendrían sembradas 22.000 hectáreas pero sus proyecciones eran poder cultivar y regar cerca de 48.000 hectáreas”.

 

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