Por: Rubén Carrasco, presidente del Gremio para la Protección de Cultivos (Protec) de la CCL
(Agraria.pe) Todos somos conocedores del nuevo escenario global en que nos encontramos actualmente. Por un lado, impactado por los conflictos bélicos, como es el caso de Ucrania e Israel, que, por si fuera poco, algunos países en su afán de apoyar sólo nos muestran más y más divisionismo.
Por otro lado, estamos presenciando muchos eventos climatológicos adversos a causa del calentamiento global, como es el caso del huracán Hilary en California, el huracán Otis en México, el Niño Global o las sequias extremas de la selva tropical de la Amazonía, donde fluye una quinta parte del agua dulce del planeta, entre otros.
Todos estos eventos adversos están impactando en nuestras economías, desde el alza en los precios del petróleo, del gas y de los alimentos, hasta del transporte; poniendo en grave riesgo a nuestros países, en especial a nuestra seguridad alimentaria. Las palabras del titular del Ministerio de Economía y Finanzas (MEF) de nuestro país son claras, y es bueno reconocer que nuestra economía peruana se encuentra en recesión.
Otros expertos y economistas también nos muestran una reducción en las cifras macroeconómicas y de inversión. No sólo han caído las cifras de este último, sino que el menor consumo privado ya está reflejando una baja en la capacidad de compra. En consecuencia, desde nuestro Gremio para la Protección de Cultivos (Protec) nos sumamos y saludamos a muchas instituciones y gremios empresariales que se siguen pronunciando a través de propuestas en aras de construir.
Desde Protec, creemos que se necesitan cambios urgentes, que nos permitan generar confianza ante los inversores del mundo. Apelando a la famosa frase “No sólo hay que serlo, sino parecerlo”. Como país necesitamos cambios que puedan comunicar y expresar confianza. No podemos poner en riesgo nuestro modelo de crecimiento económico que en casi 25 años nos ha permitido crecer y ganar una imagen ante el mundo.
Por esa razón, invocamos al Estado que actúe con consciencia, apelando al conocimiento, a los valores y a la meritocracia de nuestras instituciones.
Los problemas de imagen institucional es una constante y sólo se puede construir con un liderazgo consciente basado en valores. Somos un país resiliente y tenemos los recursos suficientes para poder lograrlo, sólo se necesitan decisiones firmes que puedan enrumbar el barco hacia la tan acostumbrada línea de crecimiento.