Ya países vecinos como Chile tienen problemas serios con sus envíos de cereza, que están varados y hasta malográndose en los puertos del país asiático. En el caso de Perú, envíos próximos de palta, mandarina, espárrago y quinua podrían verse afectados.
(Agraria.pe) En los últimos días, un segundo comunicado de la naviera Maersk llegaba a las oficinas de las principales empresas agroexportadoras del país. En él se alertaba sobre los graves problemas de congestión que se registran desde hace varios días en los puertos chinos y ofrecía a todos sus clientes dos opciones para enfrentar la actual coyuntura: movilizar sus embarques a otro destino o pagar un promedio de US$ 1,000 adicionales por el sobrecosto que genera tener contenedores varados y refrigerados, según refiere un informe de Fresh Fruit.
En un primer comunicado —enviado en los primeros días de febrero— la gigante mundial del transporte marítimo recomendó a los exportadores, particularmente a los de productos frescos y altamente perecederos, que eviten enviar mercadería a China. ¿La razón? La rápida propagación del coronavirus que llevó al gobierno chino a tomar medidas excepcionales para intentar contener la enfermedad, como declarar la mayor cuarentena de su historia, restringir el transporte y extender el feriado por el Año Nuevo chino. Estas iniciativas estarían paralizando la economía china y sus consecuencias también empezarían a sentirse en Latinoamérica y en el Perú
Impacto profundo
Pero la alerta del impacto que está teniendo el brote de la enfermedad en el sector agrícola no vino de nuestro país sino de Chile. Ricardo Ariztía, presidente de la Sociedad Nacional de Agricultura, reveló a EMOL.com que había un centenar de contenedores cargados de cerezas chilenas que se encuentran varados en China sin poder ser vendidos, producto del coronavirus, y que incluso hay algunos envíos que comienzan a malograrse.
Distintas fuentes del sector reconocieron que existe preocupación entre los exportadores porque las negociaciones para futuros envíos se han vuelto “muy lentas” por el coronavirus y ya se han registrados algunos casos en los que los compradores asiáticos han cancelado los embarques. “Tenemos carga que ya estaba en puerto chino y que nos acaban de cancelar por la enfermedad. Además, ni las empresas ni los bancos están trabajando, eso ha complicado más la situación, sobre todo a futuro”, señaló un exportador de palta y uva, que pidió no ser citado.
¿Y el Perú?
China es uno de los cuatro principales destinos de los productos agrícolas peruanos. En el 2019, los envíos a ese mercado sumaron US$ 262 millones. Los principales productos exportados fueron uva (US$ 124 millones), arándanos (US$ 87 millones) y palta (US$ 34 millones).
En caso particular de la uva, cuya campaña acaba de concluir, la mayor parte de la producción, particularmente de la zona norte del país, habría logrado colocarse con éxito días antes del Año Nuevo chino. “Nosotros tuvimos la fortuna de que toda la producción del norte logró ser entregada y distribuida. Sin embargo, aún falta un remanente de la producción del sur y estamos atentos a lo que suceda, pues tenemos parte de esa mercadería en puertos chinos”, señaló Leonel Arce, gerente general de Complejo Agroindustrial Beta.
Luis Vila, director ejecutivo de la Cámara de Comercio de Ica, reconoce que sus asociados también están preocupados ante la posibilidad de que las negociaciones para envíos futuros se paralicen, sobre todo porque hay otros productos que se exportan a ese mercado y están próximos a iniciar campaña. “Hablamos de la palta, la mandarina, el espárrago, la quinua y la granada. Estos productos podrían verse severamente afectados”, alertó.
En el 2019, China representó 4% del total de los envíos de palta (US$ 34.3 millones) y 7% de las exportaciones de mandarina (US$ 10.6 millones). El gobierno, por su parte, ha estimado que el impacto en las exportaciones peruanas no será importante “debido a la estacionalidad de nuestros principales productos, en concreto arándano, palta y uva, que se encuentran en etapas de cierre”, señaló Mario Ocharán, director de exportaciones de PromPerú.
Agenda inminente
No obstante, sería importante que se evalúen medidas para enfrentar la actual coyuntura. En Chile, por ejemplo, los sectores público y privado hablan de la posibilidad de realizar una campaña para destacar los atributos saludables de sus frutas. Y aunque es prematuro cuantificar el impacto del coronavirus chino en la economía peruana y, particularmente, en las exportaciones a mediano plazo, hay otros efectos que podrían complicar aún más los envíos a ese país. En los últimos días, se ha registrado mal clima en los puertos de China y esto ha generado mayores retrasos en los envíos. Además, está la posibilidad de que —extraoficialmente—, según confirmó Patricia Castro, periodista peruana afincada en China hace varios años, se extienda el feriado unos días más. Ello, sin duda, ralentizaría aún más la ya debilitada economía China.
Oportunidad en ciernes
Sin embargo, la paralización de las actividades de China y el cierre momentáneo de sus fronteras podrían significar una oportunidad para el Perú, pues hay tres productos peruanos de exportación que se verían beneficiados por esta coyuntura: jengibre, ajo y cebolla.
En el caso del jengibre, China es uno de los principales exportadores del mundo. En el 2018 representó 55% de la oferta mundial. Perú por su parte, fue el cuarto mayor exportador de jengibre, con 5% de participación, según datos del portal TradeMap. Dos de los principales clientes de China son los Países Bajos y Estados Unidos. En los Países Bajos, el gigante asiático representa el 68% de sus importaciones, mientras que el Perú solo el 12%. En Estados Unidos, China tiene el 60% de los despachos y el Perú, 18%. Si China disminuye drásticamente sus envíos a estos mercados, Perú competiría con Brasil para abastecerlos.
En el caso del ajo, Estados Unidos es uno de los principales clientes de China, que representa el 59% de las importaciones estadounidenses, mientras que el Perú tiene 1%. Así, el Perú tendría que competir con España. Finalmente, en el caso de la cebolla, Japón se presenta como un mercado interesante, ya que China abastece el 90% de su demanda.