(Agraria.pe) La creciente siembra de arándanos en Perú con miras a atender el mercado global está impulsando un auge en la importación de fibra de coco a nuestro país, señala Luis José Montgomery, consultor en agronegocios. Aporta que, según datos de la SUNAT, en los últimos cinco años nuestro país ha importado más de 160 mil toneladas métricas de este producto, principalmente desde India y Sri Lanka. Y apunta que este año se podría superar las 60 mil toneladas importadas, lo que equivale al doble que 2023. “Se ocupan en promedio 25 T/ha, esto equivale a 2,400 ha solo este año”, detalla.
Sin embargo, el analista considera que este crecimiento exponencial se enfrenta a algunos desafíos significativos:
Estacionalidad: La necesidad de fibra de coco coincide con los picos de siembra de arándanos (septiembre-febrero), un período de alta demanda y altos fletes marítimos.
Clima: Los monzones del océano Índico impactan directamente en los costos de producción y de transporte, incrementando los precios durante la temporada de siembra.
“Durante todo el año me han consultado por el tema y la toma de decisiones se postergó justamente a la época más crítica, el cuarto trimestre. ¿Cómo asegurar el abastecimiento de fibra y garantizar el éxito?”, se pregunta.
Las posibilidades que propone son dos:
Anticipación: Adquirir fibra de coco paulatinamente, durante los meses de menor demanda, para evitar los picos de precios y asegurar el suministro, aprovechando que el almacenamiento es relativamente sencillo
Producción local: Fomentar la producción de sustratos hechos Peru, como una alternativa viable y sostenible, reduciendo la dependencia de las importaciones y generando valor agregado en nuestro país
“¡Es hora de actuar! La fibra de coco es un insumo clave para el crecimiento del sector arándano. Trabajemos juntos para encontrar soluciones innovadoras y garantizar el éxito de esta industria en el Perú”, concluyó.