Agricultores de la región buscan consolidar mercados con productos de valor agregado gracias a la fábrica con la que cuentan y el gran potencial de producción de la zona.
(Agraria.pe) Tiene un año de haberse formado pero la ambición es grande, sobre todo por los primeros resultados que ha obtenido. Dedicada a la producción de cacao y café, la Cooperativa Agroindustrial y de Servicios C.P. Bella Bajo Monzón (Huánuco) ha centrado sus esfuerzos en los productos de valor agregado.
Daniel Pino, gerente comercial de la cooperativa, explica a Agraria.pe que el foco está puesto en el café tostado y la producción e chocolate de alta calidad. “Somos una cooperativa de agricultores de cacao y café, pero tenemos adicionalmente todo el sistema de poscosecha para tener productos de calidad. Además tenemos la fábrica de producción de chocolates. Nuestra fortaleza es que todos los granos que podamos vender tengan valor agregado. Somos los únicos agricultores que cerramos la cadena productiva hasta el valor agregado”, señala.
El año pasado, entre ambos productos, informa el vocero, la cooperativa concretó operaciones comerciales por S/ 148.000. A esto se suma lo que los productores consiguen por su cuenta al vender los granos de cacao y café a terceros. Esto tiene que ver también con la capacidad de la fábrica, pues el potencial de producción de los asociados es de 200 toneladas de cacao y 300 toneladas de café, unos volúmenes que desbordan por ahora el límite de procesamiento.
El gerente comercial resalta además que la elaboración de chocolates –que es posible gracias a la fábrica- genera mano de obra en la comunidad y permite pagar un sol por kilo de cacao para chocolate, con lo que el dinero retorna a los propios agricultores. “Hace cinco o seis años era imposible pensar en una fábrica, y ahora genera trabajo día y noche, y fomenta las capacidades entre los agricultores que han aprendido a hacer chocolates de buena calidad con asesoramiento del extranjero. Esto permitió que nuestro chocolate fuera considerado el año pasado como representante de la Marca Perú y representara al país en el Salón del Cacao y Chocolate de París como uno de los mejores del mundo”, agrega.
Largo camino
La cooperativa, si bien es bastante joven, tuvo un largo proceso de gestación, pues se fue esbozando en un proceso de unos cuatro años que iba midiendo las posibilidades de una zona como el Monzón caracterizada entonces por la convulsión social y la producción a pequeña escala. Fue gracias al apoyo financiero de Devida y el trabajo de la municipalidad local que finalmente el proyecto salió adelante y se pudo pensar en producción a grandes volúmenes y con valor agregado.
“Vimos que si enviábamos solo grano íbamos a quedarnos siempre como proveedores de materia prima, así que pensamos que mejor vendíamos lo mismo que hacen los extranjeros. Así fuimos a Europa, identificamos plantas, clientes, competidores y armamos nuestra estrategia acá en Perú”, acota Pino.
El chocolate de la cooperativa ya tiene un cliente fijo en Frankfurt (Alemania) y están en lista de espera pedidos de mercados de alto valor como Estados Unidos, Reino Unido, Japón y Corea del Sur.
Justamente, el reto de la institución para este 2017 es cumplir con las normas de calidad internacionales que le permitan atender esos pedidos que ya llegaron. “Tenemos que cumplir primero los requisitos de FDA para nuestra fábrica, están muy estrictos, una vez que tengamos eso no habrá problema”, sostiene el vocero.
Datos
.La Cooperativa Bella Bajo Monzón cuenta con 145 agricultores asociados que trabajan sobre un total de 1.050 hectáreas, de las cuales 500 corresponden a cacao y 550 a café.
.Cuenta además con dos locales donde se pueden adquirir sus productos en Lima. Uno en el centro comercial Real Plaza Salaverry de Jesús María y otro reciente en el distrito de Magdalena del Mar (Av. Pershing 280).