(Agraria.pe) Uno de los grandes desafíos de la agricultura peruana está en el encadenamiento comercial con el mundo de la amazonía de manera responsable. Para Ángel Manero, ministro de Desarrollo Agrario y Riego, en ese camino hay un aliado que puede ser clave: el incentivo de mercado.
Durante una charla con especialistas del sector, el titular del Midagri reconoció que en esa zona del país al café y al cacao les está yendo “medianamente bien” y que hay que trabajar en programas para afinar temas de trazabilidad y origen, pero que es la palma aceitera la que “será el producto del futuro para la amazonía peruana”. Y explicó que en la actualidad el precio por el aceite crudo de palma está en 900 dólares la tonelada, con perspectivas de seguir creciendo con una demanda segura por los próximos 30 a 50 años. Y entra aquí la problemática de la deforestación y la reforestación.
Ángel Manero apunta que en la amazonía peruana hay 12 milllones de hectáreas deforestadas hace décadas y que, con una mirada realista, se sabe que nunca se van a reforestar, por lo que se debe hacer es mantener las casi 70 millones de hectáreas de bosques que sí tenemos “y no permitir ni un metro más de deforestación”.
“¿Pero qué hacemos con esas casi 12 millones de hectáreas deforestadas que en su mayoría están teniendo producción marginal, prácticamente ilegal, porque nunca se les quiere dar títulos a esas personas que están ahí dos o tres años y luego se van, y siguen derrumbando el bosque para seguir aprovechando el poco perfil de suelo fértil que tienen?”, se preguntó.
Para el ministro está claro que se debe buscar instalar a esos agricultores en la zona utilizando la nueva ley forestal, pues permitiría otorgarles títulos de propiedad siempre que reforesten el 30% del terreno.
“Si nos ponemos la meta de titular 3 millones de hecáreas de esas 12 millones, podríamos tener 1 millón de hetáreas reforestadas nuevamente. Ahí sí el agricultor tiene un incentivo, porque si quiere su título debe reforestar el 30% de la plantación, simplemente con inverisón privada. Lo peor es dejar las cosas como están en la amazonía y que cada año se sigan derrumbando casi 100 hectáreas de bosque”, complementó.
Es una oportunidad que debe plantearse pues la idea de vigilar toda la amazonía nacional no tiene asidero, ya que, dijo, se necesitarían 200 mil policías debido a su extensión, y el país en total solo tiene 120 mil, y que están dedicados a temas críticos como la seguridad ciudadana. “De modo que tenemos que usar incentivos de mercado porque la deforestación que tenemos es microdesforestación de pequeños agricultores y es difícil de controlar. La solución de mercado es que la reforestación sea más grande que la deforestación y así estaremos recuperando bosques en todos lados. Debemos llevar los incentivos de mercado a todas las regiones”, concluyó.