Tratamiento sería 10 veces más efectivo para reducir los niveles de las bacterias E. coli y Salmonella, frente al uso de antibióticos
Por: Raúl Yaipén Carranza
Lima, 30 Octubre 2012 (Agraria.pe) Para tomar en cuenta. Hace una semana, científicos del Servicio de Investigación Agrícola (ARS, por sus siglas en inglés) de los Estados Unidos mostraron los resultados de diversos estudios para encontrar las formas de reducir, sin el uso de antibióticos, los patógenos alimentarios que se encuentran en los intestinos de los animales.
Según publicó el departamento de agricultura de los Estados Unidos (USDA, por su denominación en inglés), los especialistas lograron determinar que alimentar al ganado bovino y ovino con la cáscara y la pulpa de naranja puede reducir en 10 veces los niveles de las bacterias E. coli y Salmonella en los intestinos de los animales, frente al uso de medicamentos.
De acuerdo con los investigadores, Todd R. Callaway, microbiólogo de la Unidad de Investigación de la Seguridad de Alimentos y Pienso (Texas) y líder del proyecto, y de John Arthington, de la Universidad de Florida, el principal objetivo del proyecto es promover la seguridad alimentaria internacional.
Procesos de comprobación
Cabe señalar, que estudios previos demostraron que los productos cítricos proveen al ganado bovino una cantidad adecuada de fibra y vitaminas, y que los aceites esenciales en tales productos tienen un efecto antibiótico natural. Siendo que los datos de Callaway demostraron la viabilidad de utilizar la pulpa de naranja como una fuente de alimento para estimular la actividad antimicrobiana en los intestinos del ganado bovino.
Del mismo modo, demostraron que el consumo de productos cítricos (las cáscaras y la pulpa de naranja), por parte del ganado bovino es compatible con las prácticas actuales de producción, y los subproductos cítricos son aceptables para el ganado.
Otras propuestas
Por su parte, Callaway también mostró otras maneras de explotar los aceites esenciales de las frutas, que son sustancias antimicrobianas naturales, con la colaboración de Steven Ricke y Philip Crandall, científicos de la Universidad de Arkansas en Fayetteville, se identificaron los aceites específicos que matan a las bacterias patogénicas.
Finalmente, se analizó que la corteza de naranja podía ser difícil y costosa de transportar, por lo que propuestas más recientes han resuelto que sería más eficiente el uso de cortezas de naranja procesadas en forma de bolitas.
En el estudio, se alimentó primero al ganado ovino con las bolitas a base de cortezas de naranja durante ocho días. El ganado ovino sirvió como modelo para el ganado bovino. En el estudio con el ganado ovino, el consumo de las bolitas de subproductos de naranja redujo las poblaciones de la bacteria Salmonella 10 veces en los contenidos intestinales de los animales.