Sector agroexportador mira con expectativa confirmación del acuerdo en Lima durante la próxima reunión de APEC. En tanto, toma decisiones de negocios proyectando el impacto del mercado chino y dedicando más áreas de cultivo al producto.
(Agraria.pe) La próxima reunión de la APEC en Lima en el mes de noviembre será especialmente seguida por el sector agroexportador. Y uno de los focos de interés en ese ámbito será China, con la que, como se ha informado, se estaría firmando un protocolo fitosanitario en esas fechas para que los arándanos peruanos ingresen al gigante asiático.
La confirmación de este acuerdo y otros similares están impulsando decisiones de negocios. Por ejemplo, Rodrigo Manzo, managing director de arándanos de Camposol, señala sobre sus expectativas en relación al mercado chino: “Esperamos lograr un incremento entre 10% y 30% en el precio del kilo comparado con los otros mercados principales (como Estados Unidos o el Reino Unido), según la calidad del producto al arribo”.
De esta manera se entiende mejor la decisión reciente de Camposol de dejar el tradicional negocio de los espárragos para dedicarse a los arándanos, pues éstos son más rentables por un problema de renovación de tierras.
Sobre este punto, Manuel Salazar, quien se desempeñara hasta hace unos días como gerente general de Camposol, explicó que los espárragos no se pueden volver a sembrar en una misma tierra por un problema químico de la planta. “Estamos plantando arándanos sobre tierra antigua. El costo de poner ese cultivo en funcionamiento es más bajo porque ya hay un proceso de preparación de la tierra y el sistema de riego ya existe”, detalló.
Además, los arándanos consumen un promedio de 10.000 m3 por hectárea, mientras que los espárragos consumen alrededor de 12.000 m3. El ahorro proyectado en uso de agua es ostensible.
Otro beneficio general del producto es que, gracias a factores climáticos, Perú tiene una ventaja comparativa frente a otros productores como Chile y Estados Unidos, ya que puede producir todo el año y generar continuidad en la oferta.
Fuente: SEMANAeconómica.com