La empresa alemana renovó su portafolio para el cuidado de cultivos de papa y proyecta crecer especialmente con el segmento de pequeños productores.
(Agraria.pe) La evidencia de que el cambio climático es ya una realidad palpable es prácticamente irrefutable. Y se deja ver en diversos indicadores que están vinculados al sector agrario, donde las costumbres de usos de diversos productos para el cuidado de los cultivos están variando, especialmente en los últimos años.
“Es algo que se nota especialmente en Perú, cuando uno ve la data de las importaciones, nota que los insecticidas cobran cada vez mayor relevancia que los fungicidas, es algo que podemos ver sobre todo en los últimos tres años por el retraso de lluvias o los menores niveles de precipitación. Ahora, esta alteración del clima parece que será lo normal en adelante”, sostuvo Jorge Soriano, gerente de ventas de la Unidad de Protección de Cultivos de BASF.
El ejecutivo explicó que cuando hay una temporada de fuertes precipitaciones, la tendencia es que en los cultivos se presenten enfermedades como la fitóftora (también conocida como Rancha de la papa), en cambio, cuando las lluvias escasean los niveles de enfermedades son menores, lo que se traduce en un menor uso de fungicidas, ya sea porque se usan productos de menor valor o preventivos. “Pero lo que aumenta en contraparte es la presión de plagas, porque si hay menos precipitaciones o condiciones más secas puede incrementarse el gorgojo de los Andes, por ejemplo. Así, lo que el mercado baja en consumo y rotación de fungicidas, termina compensándose o sobrepasándose por el uso de insecticidas”, refirió.
Solución integral para el cultivo de papa
En otro momento, Soriano comentó que BASF ha renovado su portafolio de Solución Productiva de Papa, con el objetivo de acompañar al agricultor desde la siembra de este cultivo, abarcando incluso el tratamiento de la semilla y el apoyo durante todo el ciclo vegetativo del producto hasta la cosecha.
“No nos hemos enfocado en un solo tipo de productor, esta solución la pueden utilizar tanto los grandes, medianos y pequeños, en costa o en sierra. Trabajamos con grandes productores, los ‘reyes de la papa’, pero también con pequeñitos que tienen media o una hectárea y se encuentran de 3.500 a 4.000 metros de altura”, destacó.
Entre los beneficios que otorga esta solución, explica el vocero, se cuenta que ya no solo se trata de fungicidas o insecticidas, sino que existen dos productos que además de esas funciones ayudan a mejorar biológicamente al cultivo para que sea más resistente a condiciones adversas como las temporadas con menos lluvias, bajas temperaturas y hasta heladas.
“Tenemos unos cuatro años con esta solución en el país y es cada vez más eficiente. La mejora en la producción y calidad es variable y depende de la variedad del producto y si está en costa o sierra, pero las mejoras del rendimiento han estado por encima del 15%. Hay experiencias donde hemos logrado mejoras de hasta 120%, pero son zonas donde el agricultor ya tenía buena semilla y necesitaba ayuda con el manejo de plagas”, señaló Soriano.
Finalmente, observó que en el país se estima que hay 300.000 hectáreas dedicadas al cultivo de papa, y que el grueso de ellas se encuentra en la sierra. Entre los productores los que poseen más de 100 hectáreas son muy pocos, pues la mayoría, más de 200.000 productores, contarían con parcela de media o una hectárea. Es con este sector con el que BASF quiere crecer más en los próximos meses pues necesitan más acompañamiento y están más dispersos.
“Al cierre del 2015 –la campaña 2016 está aún en curso- diría que hemos llegado a un equilibro de 50 a 50 en proporción de clientes grandes y pequeños productores de papa. Queremos llegar cada vez más al pequeño, porque una vez que se le convence es más difícil que te cambie. Muchos de los productos que usan hoy vienen de costumbres del abuelo y del papá. El joven puede romper esa tradición si está convencido de ese beneficio”, finalizó.
Datos
.Para BASF, la cartera de soluciones para la papa representa el 10% de su facturación general.
.De acuerdo Soriano, el costo aproximado de implementar esta solución integral a los cultivos de papa, fuera de impuestos, fluctúa de entre 150 a 180 dólares hasta 200 a 350 dólares por hectárea en campaña dependiendo de la zona y variedad.