(Agraria.pe) La producción de arándanos podría ralentizarse a partir del 2025, tras el exponencial crecimiento registrado durante los últimos años, si las agroexportadoras no reactivan su apuesta por nuevas plantaciones. A lo largo de esta campaña y de la siguiente se proyecta un crecimiento del 25% en el volumen de las exportaciones de arándanos; una cifra solo impulsada por los hallazgos de nuevas variedades, según Luis Corvera, gerente general de Fresh Fruit.
El ritmo de crecimiento de la oferta nacional no es acompañado por la demanda internacional. Esta situación presiona los precios a la baja y afecta los ingresos de las agroexportadoras. “Vamos a seguir rentabilizando, aunque ya no en los niveles de años anteriores”, estima Raúl Briceño, CFO de Agroindustrial Beta. Frente a ese escenario, las empresas apuestan por producir nuevas variedades de arándano que les permitan ser más eficientes. Mientras Agroindustrial Beta y Agrícola Cerro Prieto prueban variedades como Atlas y Sequoia, Danper está invirtiendo en nuevos desarrollos genéticos.
Estas eficiencias, sin embargo, no serían suficientes para sostener el boom del arándano durante los próximos años. “En un 20% del total de la producción no se registra la variedad de la siembra. Del total restante, tendrás como un 55% o 60% de cambios varietales ya realizados para el cierre de la campaña 2023-2024. En el 2024 posiblemente habrá un 20% más, lo que deja un margen muy pequeño, tal vez del 15%, para cambios varietales en 2025”, explica Corvera.
Hoy, no se vislumbran inversiones para expandir la frontera agrícola. “Entre el 2017 y el 2021 se sembraron 3,000 hectáreas adicionales cada año. En el 2022, el ritmo bajó a la mitad y, por el momento, no vemos inversiones importantes en ampliación de nuevas hectáreas”, advierte Luis Miguel Vegas, gerente general de Proarándanos. Así, el volumen de exportación entraría en una meseta en el 2025. Y allí se mantendría por tres o cuatro años, si no hay más siembras, según Jorge Aranguri, director ejecutivo de Danper. Para Aranguri, todo apunta, efectivamente, a que no las habrá.
Agrícola Cerro Prieto, por ejemplo, detuvo sus reinversiones y terminará de reemplazar las variedades convencionales de arándanos para, recién entonces, evaluar la expansión de áreas. “Que haya inversiones importantes dependerá de la demanda —donde todavía hay espacio—, la producción en otros países y la confianza de los inversionistas”, remarca Vegas.
Fuente: semanaeconomica.com
