05 diciembre 2025 | 11:33 am Por: Edwin Ramos | prensa@agraria.pe

Nuestro país tiene ventajas ser protagonista en esta industria

Antocianinas, una oportunidad que el Perú no puede dejar pasar

Antocianinas, una oportunidad que el Perú no puede dejar pasar
El Perú ante una oportunidad única para liderar el mercado global de pigmentos naturales y nutracéuticos, destaca el analista alimentario Jorge Niño de Guzmán.

(Agraria.pe) En los últimos años, Perú ha demostrado que su biodiversidad es fuente de ventajas competitivas en los mercados internacionales, con ejemplos claros como la quinua, el arándano y la palta. Sin embargo, una nueva oportunidad se asoma en el horizonte: las antocianinas, pigmentos naturales que otorgan los característicos tonos rojos, púrpuras y azules a alimentos como el maíz morado, los arándanos, la uva negra y el camote morado.

Jorge Niño de Guzmán, reconocido analista alimentario, señala que el interés mundial en estos compuestos crece a pasos agigantados debido a sus propiedades antioxidantes y antiinflamatorias, con beneficios respaldados científicamente: reducción del riesgo cardiovascular, control de glucosa y potencial anticancerígeno. “El mercado global de antocianinas apunta a alcanzar los 930 millones de dólares en 2032, impulsado por el auge de los colorantes naturales, los ingredientes funcionales para nutracéuticos y suplementos, y la cosmética natural”, explica.

La demanda proviene principalmente de Estados Unidos, la Unión Europea y Japón, mercados que buscan proveedores fiables que cumplan con los más estrictos estándares internacionales de calidad y trazabilidad, como los de la FDA y la EFSA, así como la certificación orgánica.

Perú tiene ventaja
Según el especialista, el maíz morado peruano es valorado como una de las fuentes más potentes de antocianinas a nivel global. Además, empresas nacionales como Industria y Comercio Lambayeque (INCOLAM), Peruvian Inka Foods, Liking Organics Foods, Agroindustrial Sadel y La Cosecha del Perú ya exportan maíz morado y derivados ricos en antocianinas, principalmente para la industria nutracéutica y alimentaria de Estados Unidos y Europa. A estos factores se suma la identidad cultural de los productos andinos, con una historia y narrativa que conecta emocionalmente con los consumidores internacionales.

No obstante, para convertir este potencial en una verdadera historia de éxito agroexportador, Niño de Guzmán subraya que es imprescindible invertir en tecnología de extracción y estabilización —como la microencapsulación— para garantizar la calidad y vida útil del producto, obtener certificaciones internacionales y diseñar estrategias de promoción que posicionen la antocianina peruana como un ingrediente premium, con sello andino y beneficios funcionales.

“Las antocianinas no son solo pigmentos; representan un puente entre la biodiversidad peruana y la innovación global. Si articulamos inversión, tecnología y marketing, el Perú podría replicar el éxito alcanzado con el arándano, pero con un impacto aún mayor en salud y sostenibilidad”, concluye.