(Agraria.pe) La agricultura moderna exige ser muy intensivo en capital. Se requiere en promedio US$ 90.000 por hectárea para habilitar alguno de los cuatro principales cultivos de agroexportación (palta US$ 67.300 por hectárea, uva US$ 106.500 por hectárea, arándanos US$ 119.000 por hectárea y espárragos US$ 64.500 por hectárea), señaló el ex presidente de la Sociedad de Comercio Exterior del Perú (ComexPerú) y director de la Asociación de Gremios Productores Agrarios del Perú (AGAP), Alfonso Bustamante Canny.
Agregó que el capital de trabajo tampoco es menor, ya que en promedio asciende a US$ 37.000 por hectárea anualmente. De esta cifra, US$ 18.000 por hectárea por campaña en promedio son destinados al pago de jornales básicos (ajustado a la nueva ley agraria).
Indicó que el jornal en los 4 principales cultivos de agroexportación (palta, uva, arándanos y espárrago) equivale en promedio al 47% del total del costo de producción (es decir el pago del jornal representa el 47% de la estructura de costo). En palta representa el 33%, en uva el 38%, en arándanos el 62% y en espárragos el 39%.
Inversión que podrían realizarse en campos ya existentes
Alfonso Bustamante dijo que en Perú cada año se hacen inversiones en terrenos para productos de agroexportación. Manifestó que, antes de la nueva ley agraria, se estimaba que, en entre los años 2021 y 2023 se instalarían 53.300 hectáreas de cultivos (22.100 hectáreas en 2021, 18.100 hectáreas en 2022 y 13.100 hectáreas en 2023). Dichas inversiones se realizarían en terrenos de panllevar o terrenos agrícolas con irrigación, es decir en campos ya existentes.
Detalló que en Ica se tenía proyectado instalar 4.500 hectáreas de cultivos (1.500 Has en 2021, 1.500 Has en 2022 y 1.500 Has en 2023), en Olmos 15.000 hectáreas (7.000 Has en 2021, 5.000 Has en 2022 y 3.000 Has 2023), Lambayeque 6.000 hectáreas (3.000 Has en 2021, 2.000 Has en 2022 y 1.000 Has en 2023), Chavimochic 14.000 hectáreas (6.000 Has en 2021, 5.000 Has en 2022 y 3.000 Has en 2023), Centro Norte 3.000 hectáreas (1.000 Has en 2021, 1.000 Has en 2022 y 1.000 Has en 2023), Ica 7.500 hectáreas (2.500 Has en 2021, 2500 Has en 2022 y 2.500 Has en 2023), Nazca 2.100 hectáreas (700 Has en 2021, 700 Has en 2022 y 700 Has en 2023), Sur 1.200 hectáreas (400 Has en 2021, 400 Has en 2022 y 400 Has en 2023).
Explicó que según lo que demandan los costos por hectárea de los principales cuatro productos de agroexportación, se dejará de invertir US$ 4.761.022.500 (US$ 1.974.082.500 en 2021, US$ 1.616.782.500 en 2022 y US$ 1.170.157.500 en 2023). A lo que se le agrega un capital de trabajo asociado a esto de US$ 2.001.961.325 (US$ 830.081.525 en 2021, US$ 679.840.525 en 2022 y US$ 492.039.275 en 2023).
Añadió que, si se realizan dichas inversiones, el pago por los jornalees de trabajo en estos tres años alcanzarían los US$ 950.015.200 (en 2021 US$ 393.910.400, en 2022 US$ 322.614.400 y en 2023 US$ 233.494.400).
Inversiones que se podrían dar en proyectos de irrigación detenidos
Asimismo, destacó las posibles inversiones que se podrían realizar en los proyectos de irrigación detenidos por autoridades en regiones como Chavimochic III (63.000 Has), Majes Siguas II (38.000 Has), Chinecas (30.000 Has) y Alto Piura (19.000 Has), las cuales alcanzarían las 150.000 hectáreas.
Señaló que, en dichas áreas, el capex (gasto de capital) en tres años ascendería a US$ 18.311.625.000, y gastos operativos (capital de trabajo) sumaría US$ 7.699.851.250. Mientras que los pagos por jornales de trabajo sumarían US$ 3.653.920.000 anuales.
Solo en los proyectos Chavimochic III y Majes Siguas II el gasto de capital en 3 años sumaria US$ 9.021.825.000 y los gastos por pago de jornales (no en la tapa de inversión) alcanzarían los US$ 1.800.224.000 anuales. “Estos dos proyectos podrían estar listos en 2 o 3 años y lo estamos perdiendo por la burocracia”.
Bustamante Canny añadió que las inversiones en estas 53.300 hectáreas (en campos que ya existen) más las 150.000 hectáreas (en los proyectos de irrigación paralizados) sumarian 203.300 hectáreas nuevas de cultivos, área similar a la que existe actualmente en la agricultura moderna.
Nueva ley Agraria
En otro momento, el también presidente del directorio de Agrícola Cerro Prieto, se refirió a la nueva ley agraria, señalando que las modificaciones realizadas (principalmente en el salario) afectan principalmente a los pequeños agricultores.
Indicó que la agricultura formal genera 500 mil empleos directos y 500 mil empleos indirectos (se usa muchos servicios de terceros). Además, existen 200 mil pequeños agricultores que venden su fruta y hortaliza a la cadena productiva que termina en exportación, quienes serán los más afectados con la nueva ley. “Esta ley haría que se pierdan alrededor de 100 mil empleos”.
Explicó que debido a los sobrecostos que trae la nueva ley agraria, las empresas consolidadas (independientemente de su tamaño) tendrán que hacer cambios en su matriz de cultivos y erradicar los cultivos tradicionales que tienen menos rendimientos productivos.
“Habrán empresas que no podrán hacer inversiones de US$ 100 mil por hectáreas para cambiar el cultivo y otras sí podrán hacerlo. Las pequeñas empresas, que están surgiendo, que están encadenadas, no podrán adaptarse y desaparecerán”, aseveró.
“Las grandes empresas tirarán sus cultivos, comprarán genética patentada para tener variedades más rendidoras, que produzcan frutos más grandes, que se raleen solos y que requieran la mitad de mano de obra. Con esa inversión tan grande pocas empresas podrán seguir, las otras desaparecerán”, finalizó.
Dato
. En el 2019, existían 202.476 hectáreas dedicadas a la agricultura moderna en 16 regiones del país (Ica 45.462 Has, Piura 42.995 Has, La Libertad 36.786 Has, Lima 24.129 Has, Lambayeque 10.958 Has, Áncash 6.316 Has, Junín 668 Has, Cajamarca 6.176 Has, Arequipa 18.522 Has, Moquegua 1.104 Has, Cusco 385 Has, Ayacucho 1.869 Has, Tacna 583 Has, Huánuco 585 Has, Tumbes 5.227 Has, Apurímac 712 Has).
