El INIA trabaja en “labranza cero” o siembra directa que permite ahorrar entre 40% y 50% el requerimiento de agua.
(Agraria.pe) La agricultura de precisión tiene como fin registrar información detallada sobre el estado de los cultivos, haciendo uso de información gráfica (imágenes multiespectrales) que permite identificar geográficamente problemas como plagas, falta de fertilización, falta de agua, entre otros, y poder tomar las medidas correctivas necesarias.
Así lo señaló Pedro Hugo Injante, especialista del Instituto Nacional de Innovación Agraria (INIA), quien destacó que la agricultura de precisión permite ahorrar un 30% los costos de producción, ya que reduce al mínimo el consumo de nutrientes.
“Esto porque te permite saber con exactitud qué áreas de tu parcela requieren mayor o menores dosis de fertilizantes, agroquímicos u otros insumos”, sostuvo.
Además, dijo que la agricultura de precisión, o también llamada “Agricultura 3.0”, puede elevar en un 40% el rendimiento productivo de un cultivo
“El agricultor peruano de maíz gasta un promedio de US$ 2.200 por hectárea y no somos competitivos porque producimos entre 6.000 a 7.000 kilos por hectárea. Si utilizáramos la agricultura de precisión nuestros costos llegarían a alrededor de los US$ 1.100 por hectárea y los rendimientos a los 18 mil kilos”.
El especialista también señaló que la agricultura de precisión es una herramienta para tomar decisiones que permitan aprovechar mejor el recurso hídrico. Por ejemplo, dijo que el INIA trabaja en “labranza cero” o siembra directa que permite ahorrar entre 40% y 50% el requerimiento de agua.
En ese sentido, señaló que es necesario que Perú comience a hacer este tipo de agricultura porque actualmente solo el 10% de los productores usan tecnología, mientras que el resto sigue utilizando agricultura rudimentaria y tecnología que en otros países ya dejó de usarse.
Agregó que la agricultura que actualmente se realiza en Perú es de tecnología 2.0, pues realiza análisis del suelo, que es una tecnología del siglo pasado y que permite medir los requerimientos del terreno de manera uniforme (en promedio) en un alcance de 9 metros de diámetro. Sin embargo, si se utiliza un dron o un satélite, el suelo es georreferenciado, obteniéndose un muestreo de 1.111 puntos, con lo que se obtiene una precisión de casi el 100% del campo.
“Esa información la introducimos en una maquina inteligente como un tractor o una sembradora y empezará a abonar de acuerdo a las necesidades del suelo. Esto ya se usa en Chile, Brasil, Argentina, Estados Unidos, entre otros países, sin embargo en Perú encuentras agricultura 1.0 donde el campesino sigue arando la tierra, echando semilla y luego abonando con guano, el resultado es un rendimiento productivo muy bajo”.
Dato
. Desde ayer y hasta el día de mañana el Comité de Administración del Fondo de Asistencia y Estímulo CAFAE-INIA, viene desarrollando el Curso Internacional de Agricultura de Precisión. El evento se desarrolla en la sede del INIA en La Molina.