El presidente de Adex señala que si en una economía se conjugan empresas poco competitivas con trabajadores sin derechos mínimos, el resultado es un país con el 87% de sus unidades productivas fuera de la ley.
(Agraria.pe) La intención del Ministerio de Trabajo y Promoción del Empleo de reducir los regímenes laborales de 6 a 3 podría ir en el sentido correcto si es que se concibe bajo el criterio de avanzar hacia una normativa que permita desarrollar empresas competitivas y socialmente responsables y, sobre todo, generadoras de empleo formal y digno, opinó la Asociación de Exportadores (ADEX).
El presidente del gremio, Juan Varilias Velásquez, manifestó que la relación entre empleador y empleado es una de las instituciones fundamentales para el desarrollo del país, por lo que si en una economía se conjugan empresas poco competitivas con trabajadores sin derechos mínimos, el resultado es un país con el 87% de sus unidades productivas fuera de la ley y 3 de 4 trabajadores sin ninguna protección.
"En otras palabras, el resultado de la normativa laboral actual es muchas empresas con pocas posibilidades de consolidarse y trabajadores con muy pocas perspectivas para prosperar", puntualizó.
Añadió que la situación se torna más dramática si es que se considera que existiendo un espacio de diálogo tripartito como el Consejo Nacional del Trabajo (CNT), en el que están las tres partes representadas (trabajadores, empleadores y gobierno), se llevan muchos años de discusión con muy pocos acuerdos sustanciales.
Por lo tanto, continuó, hay que reconocer que en el estado actual de las cosas perdemos todos y que la forma de afrontar las conversaciones debe cambiar a partir de propuestas diferentes a las sostenidas hasta el momento.
"A partir de ese acto de reconocimiento de las cosas, debemos coincidir en la necesidad de contar con una normativa moderna y facilitadora del crecimiento empresarial con la justa retribución al trabajo y al capital", manifestó Varilias.
Puntualizó que hay dos criterios que podrían ser útiles para emprender esta tarea: el primero es la evaluación del impacto que han tenido los 6 regímenes existentes, tanto en el fomento de la inversión y el crecimiento productivo, como en la generación del empleo y la remuneración.
El segundo debería ser el análisis comparativo con los regímenes laborales de los países con los que competimos en el mundo, a la luz de la forma en que las economías nacionales reaccionan a la crisis económica global.
"Si no somos lo suficientemente creativos y no tenemos la adecuada disposición para pensar en nuevas fórmulas legales, laborales, y tributarias, seguiremos en más de lo mismo. Es decir mucho debate y poco acuerdo, mucha presión política y pocas soluciones efectivas", concluyó.