Afirmó Fernando Cillóniz, presidente de la consultora especializada Inform@cción, quien señaló que entrarán productos nuevos pero ocuparán espacios pequeños
Por: Guillermo Westreicher H.
Lima, 07 Febrero (Agraria.pe) Estimados lectores compartimos la segunda parte de la entrevista realizada a Fernando Cillóniz.
¿Le hubiera gustado ser ministro?
No, no me hubiera gustado…y por lo que hemos venido conversando con Agraria.pe desde que nos constituimos. Los ministros, de agricultura sobre todo, nunca están en el cargo más de un año. A mí me gustaría que perdurasen más años para que puedan hacer algo. Insisto, no quisiera…a mí me gusta lo que estoy haciendo, me siento mucho más libre y cómodo, sufriendo la agricultura y gozándola, porque tiene ambas facetas, y opinando a través de los medios que me brinden esa tribuna.
Tuve la oportunidad, dos veces, de ser ministro durante el último gobierno de Alan García. Primero, por invitación de Jorge del Castillo, que en ese entonces era premier, pero dos días antes de la juramentación me comunicaron que en el partido habían vetado mi nombre… mi madre había comprado ya el vestido.
La segunda vez fue cuando asumió la PCM Javier Velásquez Quesquén, pero esa vez no acepté el cargo porque estaba en un proyecto de palma aceitera, donde había una licitación para el uso del agua, y podían denunciar la existencia de un conflicto de interés… y menos mal que no acepté.
¿Por qué lo habrían vetado?
Eso lo deben saber los apristas
Hemos conversando con gente que lo conoce y coinciden en que, dentro de las características que usted tiene, está la transparencia en los negocios y en todo lo que ha emprendido, ¿Qué tan importante es esto para su empresa que maneja información?
Es la base sobre lo que se construye todo, porque ser proveedor de información y distorsionar la realidad a través de la manipulación de cifras es sentenciarse al fracaso. Es más, ya que tocas el tema, y hablando de anécdotas, antes de Inform@cción yo era Fundación Perú, una iniciativa del gobierno del presidente Fujimori, y fue una institución mixta donde participaba el sector público y privado. Yo fui el primer y último gerente y dada mi especialidad en el tema creamos infoagro en el año 95.
Si uno ve las estadísticas agrarias del 95, 96 y 97 fueron muy positivas y yo hablaba de lo que observaba, en positivo, porque eso era lo que estaba ocurriendo en el sector. Las exportaciones empezaron a crecer con mucho dinamismo, y parece que eso le gustaba al presidente Fujimori, pero vino lo del 98 y cayeron los envíos, y comenzaron a haber problemas. Por supuesto, en aras de esta transparencia que mencionas, yo comencé a decir: “Están cayendo las exportaciones”; cosa que el mismo gobierno reconocía pero en silencio. Entonces, vinieron amenazas desde los frentes congresales y ministeriales para que me callara la boca, que no comentara con esa transparencia y objetividad que las exportaciones estaban cayendo.
Por supuesto, nunca me callé y deshicieron Fundación Perú. Ese es el origen de Inform@cción, con los mismos colaboradores con lo que veníamos trabajando, y así nacimos en el año 98 sin la limitación de ser gerente, es decir, dependiente de un directorio mixto, sino que yo con mis colaboradores lo conformábamos.
Si yo veo que hay espacio para hacer buena minería, en armonía con la agricultura, lo voy a decir. Cuando veo minería contaminadora, también lo digo, y en general no me cuesta nada hablar en positivo, porque el país lo está. La agricultura está en el proceso adecuado, y por eso cuando veo iniciativas que lo traben como los límites, régimen laboral, lo digo y con la conciencia tranquila.
En ese contexto ¿Qué planes tiene para Inform@cción en el futuro?
Inform@cción va a seguir en su línea fundamental que es el acopio de información, análisis, gráficas y comentarios para inducir a gerentes, directores de empresas y los políticos que quieran, a tomar decisiones sustentadas en datos realistas. Creo que esa es la esencia de la empresa y va a seguir.
¿Qué cosa nueva estoy viendo en el horizonte? Pues, convocar a grupos de empresas similares a que se comparen entre sí. Quiero convocar vitícolas, productoras y exportadoras de palta, cítricos, esparragueras, etc., a que se reúnan alrededor de nosotros y hacerlos analizar sus procesos y experiencias, para que el país mejore en base a la cooperación entre nosotros mismos.
Yo he tirado la toalla en esperar que las instituciones públicas hagan la labor de transferencia de tecnología y capacitación. Eso no lo va a hacer el Estado, los peruanos hemos esperado 100 años y no ha ocurrido. Soy de los que recomienda a los campesinos y a la gente no esperar nada del gobierno. La parte de intercambio de experiencias y conocimientos tenemos que hacerla entre nosotros, los privados.
¿Qué productos ve con mejor futuro para la exportación y que sean nuevos de repente?
Nuevos no hay. A los peruanos no se nos han escapado productos que están escondidos y no lo hayamos notado. Lo que podemos decir es que la agricultura peruana va a crecer mucho, entre los próximos cinco y diez años, y yo diría de la mano de dos productos fundamentales, uva de mesa y palta, que van a liderar el crecimiento de esta agricultura. Sin embargo, vamos a seguir creciendo en todos los demás cultivos.
Ahora, productos nuevos habrá, pero van a ocupar espacios pequeños. El granado es uno de ellos. Los berries, como el arándano y la frambuesa, también van a entrar, pero nunca van a ocupar espacios tan importantes y significativos como la uva y la palta.
También se viene algo de productos andinos, como quinua y kiwicha, que están generando cierta expectativa, pero no nos hagamos ilusiones, lo mismo ocurrirá como la lúcuma y la chirimoya. A la larga, se empezarán a exportar estos cultivos nuevos, pero el mercado nunca será de la dimensión que es para frutas “archiconocidas” como las uvas, los mangos o las paltas.