Autor: Fenando Cillóniz
Los piuranos están obsesionados con el proyecto del Alto Piura. Yo también. Eso de poner en valor 50,000 hectáreas, en una región cuyo clima, suelo y ubicación son ideales para el desarrollo de –quizás– la agricultura más competitiva del mundo, es imperativo. El problema es que los piuranos pretenden hacer otro túnel, paralelo al de Olmos, como si fuera fácil hacer un túnel trasandino, en vez de llevar el agua desde Olmos a través de una tubería que podría construirse muy rápidamente y a un costo muy por debajo del ya presupuestado para la nueva infraestructura. ¿Qué quieren los piuranos: túnel o agua? ¿Prefieren una obra carísima y de muy largo plazo, o una obra barata y de rápida ejecución? Lo que el Alto Piura necesita es agua. En eso todos estamos de acuerdo. En lo que no estamos de acuerdo es en el tiempo y en el dinero que demandará. Hay que pensar con la cabeza y no solamente con el corazón. La solución es: un túnel… el de Olmos, para dos irrigaciones… la de Olmos y la del Alto Piura.