Ica crece económicamente. Las inversiones se dan en todos los sectores: minería, agricultura, pesca, industria, construcción, turismo, comercio, servicios, entre otros. Por ello, en Ica hay mucho trabajo, tanto así que migrantes de todo el país vienen a Ica a buscar empleo. La Sunat puede dar fe de ello a través del incremento de los impuestos que recauda de las empresas y trabajadores de este departamento. Sin embargo, casi ningún distrito de la región tiene agua potable las 24 horas al día. Los servicios de salud y educación son deplorables, y la delincuencia y el caos vehicular están presentes en toda la región. Debido a la incapacidad de sus autoridades, Ica se ubica en los últimos lugares en ejecución presupuestal a nivel nacional. En Ica, la economía avanza y funciona muy bien, pero el Estado –es decir, el responsable de proveer los bienes y servicios públicos necesarios para la población– ha fracasado.
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