COLUMNA DE:
Juan Faustino Escobar

Juan Faustino Escobar

Economista, Gerente General de la consultora Planeamiento & Gestión S.A.C., con estudios de maestría concluidos en Gestión Pública. Formula proyectos, planes de negocios, estrategias y es capacitador en temas de gestión empresarial: planificación estratégica y mercadeo de servicios. Ha realizado servicios para agencias de cooperación internacional, grandes empresas e instituciones públicas por más de 20 años. En ese marco, tiene capacidad para sostener diagnósticos y propuestas al más alto nivel basado en novedosos enfoques, estrategias y herramientas.
05 enero 2024 | 10:01 am Por: Juan Faustino Escobar

El agro en situación complicada: ¿caminamos al futuro o nos quedamos sin él?

El agro en situación complicada: ¿caminamos al futuro o nos quedamos sin él?

(Agraria.pe) Especialistas en prospectiva sustentan que estamos atravesando la Cuarta Revolución Industrial, otros argumentan que ya estamos en la Quinta. Estos expertos respaldan sus afirmaciones en la evidencia de proyectos disruptivos implementados o en desarrollo como la robótica, implantes cerebrales, computación cuántica, nanotecnología, biotecnología, Internet 6G, microchips, vehículos autónomos, taxis aéreos, inteligencia artificial, energías limpias (solar, eólica e hidrógeno verde), entre otros.

En el ámbito alimentario, se han lanzado al mercado productos sustitutos generados en fábricas como carne, leche, barras energéticas, etc. Para el agro, se viene innovando invernaderos y granjas verticales, con procesos integrados de preproducción, producción y transformación basados en inteligencia artificial. Asimismo, se viene introduciendo insumos que enriquecen y acondicionan los suelos, junto con nuevas técnicas de infraestructura y métodos de riego, incluyendo el ferti-riego. Además, se diversifican semillas híbridas y transgénicas, así como nuevos abonos, agroquímicos y fertilizantes. Se diseñan y producen herramientas, maquinarias y softwares para extraer agua, sembrar con precisión, obtener mayor valor agregado y limitar las pérdidas. También se utilizan satélites, drones y visores para la gestión de la producción y la prevención de ocurrencias externas.

A nivel comercial, financiero y en comunicaciones, se observa una creciente diversificación digital de los servicios y la virtualización de mercados globales: ofertantes y demandantes a tiro de una computadora. En el pasado, las disrupciones podían ocurrir cada mil años, luego cada cien, y en la actualidad, estas revoluciones tecnológicas suceden en lapsos mucho más breves. Prácticamente cada día nos enteramos de nuevas innovaciones y desarrollos en diversos campos de la ciencia, tecnología e innovación.

Se advierte que, en pocos años, entre el 40% y el 50% de las profesiones existentes serán reemplazadas por disciplinas emergentes, siendo el desempleo un riesgo en los segmentos laborales que van a ser impactados por el cambio tecnológico. En el siglo XIX, el 80% de la población se dedicaba a la agricultura; hoy, ésta no pasa del 5% ó 7.5%.

En el mundo de hoy, no solo presenciamos cambios en los bienes, servicios y patrones de consumo, sino que estructuralmente nos dirigimos hacia un nuevo modelo de arquitectura social y económica (gradualmente y de forma desigual, pero ese es el camino). En este escenario, las personas residirán en viviendas y ciudades inteligentes, interconectadas a través de dispositivos como el celular o el Metaverso (aunque el término "nos dirigimos" es más figurado que literal).

En este marco, es crucial situarnos y proyectarnos hacia el futuro para evitar quedarnos “sembrados” en el presente con todos los costos que la pobreza y la pobreza extrema suponen para el pequeño productor agrario. En el año 2022, el sector agrario nacional generó un valor bruto de la producción cercano a los 41 mil millones de soles. Este valor se configuró de la siguiente manera: el Valor Bruto de la Producción Agrícola (VBP Agrícola) representó 26 mil millones de soles, el VBP Pecuario contribuyó con 15 mil millones, mientras que el VBP Forestal aportó únicamente 1,900 millones. En este último, el segmento maderable contribuyó con 1,700 millones, y el segmento no maderable, aunque con un potencial aún no aprovechado, aportó 200 millones. A continuación, se presenta un resumen del Valor Bruto de la Producción Agraria en el país.

Valor Bruto de la Producción Agropecuaria y Forestal

SECTOR AGRÍCOLA

SECTOR PECUARIO

SECTOR FORESTAL

Principales productos

VBP agrícola

Participación (%)

Principales productos

VBP agrícola

Participación (%)

Principales productos

VBP agrícola

Participación (%)

 

Subsector agrícola

26,192.697

100.0

Subsector pecuario

15,041.267

100.0

Subsector forestal

1,903.5

100.0

01

Arroz cáscara (*)

2,835.269

10.8

Aves

8,261.989

54.9

Tornillo

173.7

9.1

02

Papa

2,713.402

10.4

Leche

1,862.384

12.4

Shihuahuaco

139.7

7.3

03

Arándanos

2,624.475

10.0

Vacuno

1,646.781

10.9

Tara en vaina

130.1

6.8

04

Café pergamino

1,690.065

6.5

Huevo

1,578.360

10.5

Misa

90.6

4.8

05

Uva

1,310.508

5.0

Porcino

859.443

5.7

Bolaina

89.3

4.7

06

Espárrago

1,128.399

4.3

Ovino

408.786

2.7

Cachimbo

86.5

4.5

07

Palta

1,011.951

3.9

Alpaca

227.034

1.5

Copaiba

77

4.0

08

Alfalfa

873.213

3.3

Fibra de alpaca

81.077

0.5

Cumala

64.9

3.4

09

Cacao

858.607

3.3

Caprino

45.302

0.3

Pashaco

63.4

3.3

10

Plátano

822.013

3.1

Lana

34.554

0.2

Castaña

58.4

3.1

11

Maíz amarillo duro

809.787

3.1

Llama

31.293

0.2

Lupuna

52.1

2.7

12

Otros

9,515.008

36.3

Fibra de llama

4.264

0.0

Otros

877.8

46.1

Fuente: MIDAGRI

En rendimientos, la situación del pequeño productor es crítica en sus 2 extremos a nivel país - altas y bajas - pésimo si se les compara con estándares internacionales (son estos los que están innovando rápidamente). Tomando como ejemplo la papa blanca, un producto de gran importancia, se advierte lo siguiente: el promedio nacional en rendimiento es 17.2 Tm/ha. En los Países Bajos, se llega a producir 60 Tm/ha.

En el caso del café, en el promedio nacional se obtiene 15 qq/ha. En contraste con Costa Rica, se obtiene hasta 40 qq/ha. En el sector de lácteos, nuestras vacas producen 6 litros de leche en promedio por cabeza, mientras que en EE. UU. se obtienen 40 litros. En relación con la producción maderera, el experto forestal Enrique Toledo señala lo siguiente “la Teca clon en tierras degradadas de la Amazonía peruana y con un adecuado paquete tecnológico en la silvicultura crece 21m3/año, en cambio, la semilla de teca con baja tecnología crece 10 m3/ha/año en las mismas tierras degradadas”.

Rendimientos, competitividad y mercadeo deficiente van a posibilitar que nuestros pequeños productores sean altamente proclives a la quiebra y a abandonar la actividad agraria, a menos que se implementen cambios trascendentes en la gestión y en el manejo de sus factores de producción. El creciente alquiler de tierras es un síntoma de ello.

La innovación tecnológica y de gestión debe implementarse decisivamente ya en todos los nodos del agro - previa validación - según la tipología productiva por la que se opte y según la demanda (orgánica, convencional o de biotecnología). Los vehículos facilitadores de dicha inserción debieran ser el Ministerio de Agricultura y Riego (Midagri) y las Direcciones Regionales de Agricultura (DRAs), principalmente.

Para hacerlo, es imperativo que estas entidades sean reconceptualizadas, reestructuradas y cohesionadas de acuerdo con una nueva misión, gerencia y división del trabajo: un paso esencial en este proceso debe ser la integración con las DRAs bajo algún esquema; no es posible que después de 30 años de fallida regionalización no se “descubra” y construya una forma de trabajo conjunto. La innovación también debe alcanzar a las formas de organización.

Como parte de esta tarea de reforma institucional, tampoco se puede pasar por alto la necesidad de reconceptualizar e incluso refundar a Agrobanco, cuyo enfoque, función y servicios hasta la fecha son anacrónicos y poco trascendentes para los fines deseados. Las finanzas son como el flujo de sangre en el cuerpo humano, señalan pertinentemente los teóricos. Lo único constante debe ser el cambio.

En este camino, resulta fundamental que el INIA, en su calidad de institución rectora de la innovación agraria, se encargue de asumir, validar y promocionar las propuestas tecnológicas que se están desarrollando con éxito en otras partes del mundo, para lo cual su organigrama y presupuesto deben ser enriquecidos. En base a resultados positivos que se obtengan, se tendrá una cartera tecnológica y organizativa - alternativa o complementaria - a la actual que permita mejoras o cambios positivos en los subsectores de agricultura, ganadería y forestería. Sería pertinente que misiones de jóvenes profesionales del INIA visiten el exterior para conocer tales experiencias.

El INIA debería adoptar nuevos enfoques y estrategias, trabajando en estrecha colaboración con el sector privado y por cadenas productivas. Existe “todo un mundo” en nuestra biodiversidad que debe ser aprovechado en beneficio del país. ¿Seguimos siendo un mendigo sentado en un nuevo banco de oro?

Del 2016 al 2021, el INIA implementó el programa PNIA cuyo costo significó 180 millones de dólares. Este programa tuvo como objetivo la Consolidación del Sistema Nacional de innovación Agraria para la Mejora de la Rentabilidad y Competitividad; parte del financiamiento fue deuda que se contrajo con el Banco Mundial. Sin embargo, los logros obtenidos fueron absolutamente marginales. Mucho esfuerzo operativo para pocos resultados tangibles.

De manera similar, el SERFOR aplicó el Programa de Desarrollo Forestal Sostenible, Inclusivo y Competitivo en la Amazonia Peruana, desde el año 2015 hasta el 2021, con el objetivo de Recuperar y Conservar los Bosques Amazónicos. El costo total del proyecto ascendió a más de 200 millones de soles, financiado, en parte, mediante un endeudamiento con la CAF. Sin embargo, los resultados logrados fueron una lágrima.

SENASA se compromete año tras año a liberar la mosca de la fruta diversas regiones, pero ello se ha convertido en una tarea casi perpetua.

Esto se debe, en parte, a que tanto el MEF como el Midagri realizan diseños y formulan proyectos o programas bastante deficientes, de escritorio, que tienen seguimientos del mismo nivel. Nos endeudamos con la CAF, Banco Mundial, BID, lo que no resulta nada bueno por los resultados que se obtienen.

Lograr demanda y productividad son requisitos fundamentales que deben constituirse en objetivos fundamentales de cualquier plan agrario. Por ello, resulta imperativo desarrollar mercados locales sólidos y buscar ampliar la demanda a nivel internacional, tan inestable y en riesgo hoy en día por la caída de los precios.

Esta tarea requiere un gobierno que dé pasos firmes en la dirección correcta para posicionar y defender nuestros productos de la competencia desleal. A menos que se sostenga ingenuamente que el libre mercado impera en el mundo actual (¿En EE. UU. o en China realmente practican el libre mercado?). En términos generales, el mercado es condición clave para impulsar la innovación, la productividad y la calidad.

En este esfuerzo, resulta esencial y complementario que el sistema financiero agrario nacional adopte un enfoque y una arquitectura distinta a la actual, respaldada por un mayor capital, estrategias más efectivas y servicios mejorados. Es fundamental la disponibilidad de fondos tanto para crédito como para inversión (sector forestal). Además, se requiere la creación de esquemas financieros y societarios para invertir en terrenos comunales semiabandonados que posean el potencial de generar productos transables.

Es crucial destinar recursos a la adquisición de tierras abandonadas, consolidarlas para su posterior venta y optimizar procesos como la parcelación y titulación de terrenos. Se requiere también una reducción de las tasas de interés, perfeccionar el marco legal de tierras, adquirir tecnología, entre otros temas. Se necesita reconceptualizar los fondos existentes como el de Agroideas, cuyos recursos gastados hasta la fecha no llevan al agro a ninguna parte.

El sistema alternativo de producción, mercadeo y organización social debe ser concebido sobre la base de la conservación de los recursos naturales, la mitigación y adaptación a los riesgos asociados al cambio climático, y en el desarrollo productivo-comercial innovador respaldado por un enfoque renovado de la propiedad de la tierra como elemento central. Es necesario rechazar la noción de grandes latifundios, la micro-parcelación, la informalidad, el deterioro de suelos, la desertificación, el abandono de tierras, el cambio inapropiado de usos de la tierra, la indefinición de propiedad, las invasiones, la degradación de suelos, la deforestación, así como la dualidad de propiedad de la tierra (reconocida legalmente como comunal, pero operando en la práctica como parcelas individuales), entre otros aspectos.

Es esencial comprender que la tierra no solo representa el medio de vida del productor en términos de negocio y empleo, sino que también se configura como un elemento crucial en su calidad de factor de producción. Una gestión adecuada, junto al tamaño pertinente, la posiciona como la piedra angular para el desarrollo empresarial de los pequeños y medianos productores. En este sentido, es imperativo promover la formación de una nueva dirigencia agraria, con un enfoque especial en la participación activa de los jóvenes. La alfabetización digital emerge como un tema central en este proceso.

Si no es hoy, será mañana con otras gestiones, pero el camino al desarrollo es totalmente diferente al actual. ¿Habrá futuro?