Ya viene la autopista entre Chincha e Ica. Ya vienen el puerto y el aeropuerto de Pisco. Y –lo más importante de todo– ya viene el agua grande para Ica y Villacurí. ¡Maravilloso! Más al sur –concretamente en Nasca– el futuro pinta también extraordinario. Si los iqueños trabajáramos unidos y de buena fe, Nasca también estaría llamada a ser un polo de desarrollo extraordinario. El puerto de Marcona sería una hermosa realidad. Por otro lado, dado que aeroportuariamente Nasca está en medio de la nada, se impone la construcción del aeropuerto que claman los nasqueños. Además, cada vez más toma forma el proyecto ferrocarrilero entre Apurímac y Marcona, el cual –a futuro– podría extenderse hasta Brasil, para conectar el Pacífico con el Atlántico, a partir –precisamente– de Marcona. Y si a todo lo anterior le sumamos el agua de Pampas Verdes… Vamos, Ica linda.
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