De cara a los grandes retos, se tienen activos que ayudarían a la consolidación del nuevo paradigma agroalimentario en el corto y mediano plazo si se utiliza de forma adecuada
Por: José Carlos León Carrasco
Lima, 22 Agosto 2012 (Agraria.pe) En el marco de la sexta edición del FORAGRO, se desarrolló el tema “Los escenarios al 2030 y los desafíos agroalimentarios de América Latina y El Caribe”, a cargo del director general del Instituto Interamericano de Cooperación para la Agricultura (IICA), Víctor Villalobos.
En ese sentido, el director general del IICA, indicó que ante los grandes retos para el siglo XXI, se plantean cinco grandes desafíos, los cuales son irrefutables ya que ningún país de América Latina y El Caribe (ALC), está exento a ellos.
El primer desafío es la innovación para el desarrollo, muy importante para el progreso de la humanidad, si no hay creatividad o innovación no se puede competir. Otro desafío es la lucha contra la pobreza que se presentan principalmente en las zonas rurales de los países de ALC y donde existe grandes inequidades que generan violencia.
El tercero es el cambio climático, provocado por la actividad humana el calentamiento global provoca alteraciones en los ecosistemas. El cuarto desafío son los riesgos a la seguridad alimentaria, debido a la mayor población que existirá para el 2050, lo que presionará la productividad sobre todo cuando haya escases de agua, lo que agravará la situación. Por último lo que menos nos ofrece el futuro es la certidumbre.
Activos benéficos
Por otro lado, Víctor Villalobos, manifestó que de cara a los grandes retos, se tienen activos que ayudarían a la consolidación del nuevo paradigma agroalimentario en el corto y mediano plazo si se utilizan de forma adecuada, entre los que destacan: la biodiversidad y variabilidad genética, biotecnología y nanotecnología, tecnologías de la información y comunicación (TIC), alimentos sanos y nutritivos, y convergencias tecnológicos y agricultura inteligente.
Agenda de desafíos
Asimismo hizo mención a la agenda de los desafíos: tener una agricultura incluyente y sustentable que haga explícita la dimensión social del desarrollo con la ambiental; producir mayores alimentos; usar eficientemente los recursos naturales disponibles; mayor aporte de la agricultura a la economía global y de las naciones.
También se debe alimentar a más población con los mismos recursos; los rendimientos de los principales cultivos agrícolas deben crecer en proporción a la demanda y el incremento de la productividad agrícola deberá hacerse con mayor responsabilidad.
Paradigma tecnológico
Al respecto, el director general del INIA, hizo referencia a las características del nuevo paradigma tecnológico como la creciente importancia del conocimiento, la valoración del aporte de la biodiversidad, mayor participación del sector privado (principalmente del agroalimentario), atención a la agricultura familiar, y los instrumentos para medir y evaluar el desempeño sectorial.
Visión de la agricultura en ALC para el 2030
Además mencionó que la visión de la agricultura en América Latina y El Caribe para el 2030, deberá ser de una agricultura inclusiva, diversificada y de coexistencia; sinónimo de eficiencia y no de rezago; protagonista de la economía y el conocimiento; aprovechando las grandes revoluciones tecnológicas; utilizando mejor los recursos naturales, con responsabilidad social y ambiental; e incorporada a las redes nacionales y globales.
Rol del FORAGRO
Por último indicó que el rol del FORAGRO en la agenda de desafíos, será fortalecer su función en el Sistema Hemisférico de Tecnología e Innovación (SHTI); promover y articular agendas hemisféricas; identificar, sistematizar y difundir nuevos arreglos institucionales en investigación y extensión; promover las alianzas técnico-científicas; favorecer el trabajo conjunto entre los distintos actores del SHTI; y favorecer la cooperación Sur-Sur.
