(Agraria.pe) José Antonio Gómez - Bazán, CEO de Camposol, responsable de la expansión de la empresa a nivel internacional y con más de 20 años de experiencia en el sector, conversó acerca de los desafíos de su representada, el reordenamiento interno que realizan para abordar de mejor manera algunas situaciones que vienen desde la pandemia, hasta ahora en que los campos enfrentan el fenómeno de El Niño.
Con proyecciones de inversión en Colombia, Uruguay y Chile, el CEO explicó cuáles son los objetivos estratégicos de la compañía, cómo se abordarán las nuevas condiciones de mercado y el rol que Camposol debe seguir tomando en el mundo en materia de generación de alimentos saludables.
Hemos visto información relacionada con la empresa, en que se señala una reorganización interna, proceso que muchas compañías realizan para adecuarse de mejor forma a las condiciones de mercado, ¿qué nos puedes contar al respecto?
Así es y no sólamente se ha visto en Chile, sino que también en Perú, yo creo que esta noticia se dio por un titular con términos que pudieron connotar un contexto distinto al real de Camposol, y que tuvo connotaciones financieras, jurídicas, que no son la realidad actual de la empresa. Tomaron una noticia interna de la empresa que hablaba de cambios organizativos, sin consultar antes con nosotros.
El tema es que estamos en una reorganización... un reordenamiento, un ajuste que comprende aproximadamente a 60 personas de más de mil trabajadores permanentes que tenemos, no hay aspectos que estén incidiendo en lo patrimonial o financiero de la compañía, es un proceso de mejora continua, de ajustes, que siempre vamos haciendo y en este momento fue más dirigido a ciertas áreas debido a que la coyuntura económica así lo amerita.
¿Qué áreas de la empresa se reordenaron?
Quisimos mirar claro lo que se venía haciendo, el ciclo de crecimiento económico y desarrollo, y reordenar la casa, sin necesidad de hacer pausas, y esto se hizo en algunas áreas administrativas. Básicamente, el ajuste que hicimos fue para tener una empresa más esbelta, procesos más eficientes, porque creemos que se van a presentar muchas oportunidades y debemos aprovecharlas.
Veo, luego de este ciclo complejo de costos elevados y menor producción, una oportunidad al final del túnel para apalancar las fortalezas que tiene la empresa, la integración vertical que tiene en los campos, en las plantas y en el manejo de distribución.
¿Cómo ves las condiciones de mercado que han rodeado a la industria estos últimos años?
Venimos desde hace bastantes años con mucho crecimiento, no estoy hablando del 2019 - 2020 - 2021, donde el Covid de alguna manera cambió nuestra industria, nos hizo ser más flexibles y adaptarnos a los cambios.
Al estar enfocados en alimentos saludables, ayudó a que mucha gente se abocara a comer blueberries, paltas, cítricos, productos que aportan salud al día a día y todo el negocio de salir a comer a restaurantes y hoteles disminuyó, la gente quiso comer bien en casa y a través de compra directa en los supermercados de manera online. Esta fue una tendencia que creció y nos llevó a invertir mucho en áreas de crecimiento como innovación y desarrollo, tecnología, etcétera.
También hicimos una expansión internacional importante y en 2022, si bien es cierto arrancamos bien el año, vino la invasión de Rusia, con eso se dispararon los agroquímicos, los fletes comenzaron a subir de precio de manera exponencial, casi se duplicaron.
Entonces se comenzó a poner complejo el mercado, toda la cadena logística se complejizó, faltaban incluso camiones, choferes, gente para trabajar. El 2022 fue un año difícil y de mucha contracción para nuestro sector, costos elevados e inflación que no se pudo pasar.
… y este 2023 la situación es más optimista, a pesar de la llegada de El Niño?
El 2023 empezó mejor, yo diría que nuestro primer semestre fue récord histórico en EBITDA, se pasó de US$ 23 millones a US$ 33 millones, en el primer semestre US$ 10 millones más e incrementamos ventas.
La verdad el primer semestre fue bueno, pero en la medida que nos acercábamos hacia el final del primer semestre comenzamos a ver un impacto de El Niño, sobre todo en este invierno caliente. Muchos productos requieren de horas frío para empezar su ciclo fenológico normal, donde poder brotar, florecer y lograr sacar frutos, pero cuando el invierno es caliente este proceso no se da al 100% bien. Esto se comenzó a manifestar en los blueberries, en la palta con un pequeño porcentaje de caída adicional versus el normal, debido al estrés de los árboles ocasionado por la temperatura, los cítricos también no llegaron bien, el mango igual ha estado perjudicado en su producción. La vid también se ha visto afectada, especialmente en la zona norte, en Piura.
Ya estábamos viendo un fenómeno de El Niño que iba a impactar en nuestros kilos producidos, lo que al final impacta en los costos, terminas metiéndole todos los costos a la operación y si no se dan los kilos que se requieren se hace complejo.
¿Cómo Camposol puede generar más valor como empresa, y qué es para ti la mejora continua y la excelencia operativa?
Dentro de las palancas generadoras de valor está la productividad del campo, sacar más kilos o más toneladas por hectárea, es inevitablemente el rumbo, hay que ser capaces de resolver cómo pasar de 15 toneladas por hectárea a 20, 25, 30 toneladas por hectárea y sobre todo apuntando a bajar en el costo por kilo. Queremos que el costo por kilo tienda a bajar independientemente de la subida de los fertilizantes y la mano de obra. Queremos ser más productivos, llegar a 30 toneladas por hectárea y bajar el costo por kilo.
La eficiencia no viene por pagar menos, la eficiencia no viene por echar menos fertilizante… viene por aplicar más tecnología y sacar más kilos a esa hectárea.
También está el desarrollo de variedades genéticas que generen más productividad o métodos de manejo del campo que puedan aumentar los kilos, ser más eficientes en el uso de agroquímicos apoyándose de elementos naturales para el crecimiento radicular de la planta y manejo fitosanitario.
¿En esto de sacar más kilos por hectárea, también hay un tema de aprovechar al máximo lo que la planta o el fruto provee?
Sí, es lo que yo llamo el concepto de vender todo el árbol. El árbol se tiene que vender completo, no solamente lo que todo el mundo quiere, sino que hay que buscar todo lo que se pueda utilizar del árbol, lo que califica para fresco, congelado, procesado, para mercado nacional o para mercado extranjero, con las respectivas especificaciones de calidad.
Esto hace tener muchas opciones en el mercado, es importante cómo trabajar el producto. Por ejemplo, los cítricos tienen un alto porcentaje de desperdicio, desde el campo al empaque, después en reempaque y en el destino, la palta igual en algunos momentos de su proceso. Entonces tienes productos con un 90% en calidad exportable, ¿Qué haces con el otro 10%?... se hace guacamole congelado, hay que ser creativos en eso porque ahí hay muchísimo dinero.
Hay que buscar los canales y los formatos correctos. Sin olvidar eficiencias en los gastos y costos fijos de la empresa, una empresa siempre tiene costos indirectos. Ahí está el área calidad y de sistemas, que son áreas transversales que dan servicios a todas las operaciones. Ahí uno tiene que ser muy eficiente, siempre verificar y preguntarse sobre todo si el cliente pagaría por ese producto, sí o no.
La tecnología también ayuda a levantar la información, aplicaciones móviles te permiten generar KPIS y generar decisiones rápidas sobre calidad, condición de la fruta, opciones de mercado, todo esto debe estar sistematizado para lograr de alguna manera tener un costo fijo más bajo.
¿Cómo visualizas los desafíos económicos de empresa y desarrollo integral de la compañía?
Primero que nada, independientemente de los retos que tiene el sector, estoy convencido de que estamos en la actividad económica correcta. La gente quiere comer saludable, quiere vivir más y en esto Camposol tiene un rol social importantísimo, de hecho nuestro propósito como empresa es “trabajamos el campo para mejorar vidas”.
Por el lado de los trabajadores que se incorporan a la actividad agrícola, el propósito es darles acceso a una estabilidad social, seguros médicos, etc. Pero también creemos que le mejoramos la vida a los consumidores que desean comer productos saludables, en vez de estar comiendo otro tipo de productos que no lo son… entonces estamos y estoy en la actividad correcta.
En cuanto a lo económico, creo que tendremos un 2024 bastante mejor que el 2023 y un 2025 de regreso a la total normalidad, no como el 2022 y 2023, años de impacto en costos importantes, que nos ayudaron a identificar esas oportunidades de mejora, que de otra forma no las hubiéramos visto o hubieran pasado desapercibidas.
El impacto del costo en el sector agrícola en estos dos años nos ha hecho reflexionar, cuestionarnos y decir cómo hacemos para recuperar el margen, si el costo sigue elevado, y esa es un poco la filosofía de estos ajustes realizados, además de bajar deudas como muchas empresas.
Yo soy bastante optimista en esta actividad. Creo que es una actividad que vino para crecer y el rol de Latinoamérica es cada vez más grande, es la alimentación del mundo, Latinoamérica la despensa del mundo, nosotros transportamos agua… la transportamos en forma de paltas, blueberries, etc., agua con ciertas propiedades y características, transportamos salud.
Queremos ser la empresa de alimentos saludables más grande del mundo, son visiones sobre el rol de lo que hacemos y lo que deseamos, en las cuales yo estoy muy alineado.
Camposol fue fundada en 1997, durante los primeros 10 años, fue una empresa agrícola que producía espárragos principalmente para el mercado europeo. Con la compra de la empresa por parte del Grupo D&C en 2007, Camposol creció hasta convertirse en la empresa actual cambiando la oferta de productos, la localización geográfica de sus campos e instalaciones, aumentando su presencia en los principales mercados del mundo.
Fuente: Portal Frutícola
