(Agraria.pe) El potencial agroexportador de las regiones del interior del país está aún por descubrirse. En ese afán, gobiernos regionales como el de Cajamarca, llegaron esta semana a la feria Expoalimentaria en Lima y se plantearon la meta de empezar el camino de la internacionalización de su oferta de alimentos.
Pedro Díaz Mantilla, articulador comercial del gobierno regional cajamarquino, resaltó que para la edición de este año de la feria están participando con una delegación de 18 productores de su región, dedicados a productos bandera como el café, cacao, quesos, cuy, tara, frutas nativas, derivados de caña, pan y roscas. “Hemos buscando empresas que cuenten con el debido registo sanitario, buen volumen de producción, calidad y continuidad en el tiempo para que abastezcan a los compradores. Nuestra meta es que nuestros productos tengan mercado internacional”, declaró.
Como parte de este trabajo, informó que dicho gobierno local está trabajando para conseguir la denominación de origen de un producto tradicional y distintivo de Cajamarca como es el queso mantecoso, lo cual abriría muchas más opciones para su comercialización.
Sin embargo, para el funcionario, si bien los lácteos tienen gran potencial, está por desarrollar también una gran industria con las frutas nativas de su región, entre las que están el arándano, sauco, fresas, chirimoya y aguaymanto, los cuales tienen éxito no sólo en fresco, sino sobre todo en formato deshidratado, una labor en la que, para el caso específico del aguaymanto, están trabajando con la empresa AgroAndino, con lo cual tienen alcance en mercados del exterior. “El el caso del aguaymento, la producción está formalizada, hay registros y buen volumen para la industria”, complementó.
Impacto climático
Pedro Díaz Mantilla explica que la región Cajamarca no es ajena a los embates del cambio climático, lo que se refleja en que la temporada actual actual, que debería ser lluviosa, no registra precipitaciones, lo que afecta especialmente a productores de cultivos como la papa, que es muy importante. A esta falta del recurso hídrico se han sumado los fuertes vientos, que debieron parar en agosto y han seguido hasta hoy, que traen problemas a la floración de los frutos.
Apuntó además contra una costumbre lamentablemente muy arraigada en el campo como es la quema de pastizales en la creencia de que dicha acción atrae las lluvias. “Es costumbre en la sierra en general que quemamos pastos pensando que vendrá la lluvia, hemos ido con los productores a pedir que no quememos pastizales, esa no es una estrategia para llamar a la lluvia. Queremos que haya condensación, nubosidad y esperamos llegue la lluvia porque estamos sintiendo el impacto climático en todos los cultivos”.
