(Agraria.pe) En virtud a sus esfuerzos significativos para medir y reducir su huella hídrica, Agrícola Don Ricardo logró el reconocido Certificado Azul, entregado anualmente por la Autoridad Nacional del Agua (ANA) a los usuarios hídricamente responsables. Es el segundo año consecutivo que lo logra, pero el tercero en los últimos cuatro años.
Al respecto, el gerente general de Agrícola Don Ricardo, Darwing Casana, destacó el compromiso de la empresa con la sostenibilidad, haciendo del agua el eje central de su estrategia de Sostenibilidad. Precisamente, el proyecto "Familias verdes, guardianes del agua" -con el que lograron el último reconocimiento- es un ejemplo de esta política empresarial.
“Estamos decididos a liderar el cambio en un mundo donde la sostenibilidad es esencial para las empresas. Queremos ser una organización que no solo busca el éxito comercial, sino también la armonía con nuestro entorno", afirmó Casana.
El subgerente de Recursos Hídricos y Fertilización Edgar Ollachica, destacó que en la unidad operativa Don Carlos, la compañía implementó un proyecto de reducción del consumo de agua para el cultivo de vid que se centró en estrategias innovadoras y eficientes, logrando un ahorro significativo sin comprometer la calidad y la productividad.
Tras destacar que el compromiso de Don Ricardo con la sostenibilidad no se limita sólo a sus operaciones internas. Juliana Salgado, jefa de Sostenibilidad, Cultura y Comunicación, dijo que el impacto positivo del proyecto "Familias verdes, guardianes del agua”, se enfocó en abordar la contaminación del agua en un canal colindante a la comunidad de Cerro La Esperanza, cercana a sus operaciones.
Tercer reconocimiento
Agrícola Don Ricardo es la primera agroexportadora de cultivo de vid en el Perú que logra reducir la huella hídrica. La primera vez que obtuvo el Certificado Azul fue en el 2020 gracias a dos proyectos que redujeron en 26% el agua en promedio en sus 1.000 hectáreas de uva de mesa y, también, ayudar a comunidades a hacer uso eficiente del recurso hídrico.
Sostenibilidad hídrica y el cultivo de la uva de mesa
El agua es el eje central del desarrollo sostenible y su gestión es fundamental para el sector agrícola, puesto que consume el 70% del total de los recursos hídricos en la producción de alimentos. El cambio climático es cada vez más complejo e impredecible lo cual hace que los recursos naturales como el agua sea cada vez más escaso. El consumidor de uva es cada vez más informado y exigente demandando productos responsables con la sociedad y el cuidado de los recursos naturales.
Así se manifestó el subgerente de Recursos Hídricos y Fertilización de Don Ricardo, Edgar Ollachica, al preguntarle sobre la importancia del uso del agua en la agricultura, específicamente en la vid, a lo que añadió que la agricultura enfrenta el desafío primordial de maximizar la producción con el uso óptimo del agua disponible. Al respecto afirmó que la sostenibilidad hídrica no solo preserva la calidad y la productividad de la uva de mesa, sino que también puede mejorarlas significativamente. “En Don Ricardo hemos llevado a cabo diversas pruebas, incluyendo el riego con mini estrés en momentos específicos del desarrollo del cultivo, y hemos observado una mejora notable en la calidad de la fruta y en la productividad”, reveló.
Huella hídrica
Respecto a la medición de la huella hídrica dijo que no sólo contribuye a garantizar la disponibilidad de agua dulce para las generaciones presentes y futuras, sino que también ofrece a las empresas la oportunidad de reducir costos, mejorar su reputación y prevenir riesgos operacionales.
“Además, la búsqueda de una mayor competitividad a través de la gestión de la huella hídrica impulsa a las empresas agroexportadoras a ser altamente eficientes en el uso de insumos, a ser resilientes frente al cambio climático y a identificar oportunidades de mejora”, anotó.
Beneficios
Por su parte, la jefa de Sostenibilidad, Cultura y Comunicación de Don Ricardo, Juliana Salgado, indicó que la huella hídrica desempeña un papel fundamental en la gestión sostenible del agua en la agrícola, ya que representa una herramienta que garantiza el desarrollo de estrategias empresariales responsables.
“Al proporcionar una visión integral del uso del agua en las operaciones empresariales, facilita el análisis para contribuir con acciones objetivas y cambios a nivel de la compañía para asegurar la disponibilidad de agua dulce tanto para las generaciones actuales como para las futuras”, agregó.
Aseveró que la huella hídrica conlleva beneficios empresariales tangibles. Económicamente, permite identificar oportunidades de eficiencia en el uso del agua y minimizar el desperdicio. Mejora la reputación de la empresa al demostrar su compromiso con la sostenibilidad y el uso responsable de los recursos naturales. En el contexto actual de escasez del agua, los consumidores valoran comprar productos de proveedores que apuesten por la sostenibilidad hídrica.
“En conclusión, la huella hídrica es una herramienta integral que no sólo promueve la sostenibilidad del agua, sino que también impulsa la competitividad y la resiliencia empresarial en un mundo cada vez más consciente de la finitud de los recursos naturales”, aseveró Juliana Salgado.
Eje estratégico de desarrollo
En otro momento, Edgar Ollachica anotó que la sostenibilidad es un eje estratégico de desarrollo con tres pilares fundamentales; protección del medio ambiente, la equidad social y la viabilidad económica que va cobrando fuerza en la agenda internacional por lo que el modelo agroexportador se ha sofisticado por las nuevas exigencias por parte de los consumidores, incluyendo exigencias ambientales y producción sustentable.
“La sostenibilidad debe verse como un factor de oportunidades en contextos cada vez más interesados en este tipo de atributos y no de costo, de modo que el agroexportador debe considerar el entorno social, además de los factores productivos como el agua, suelo”, afirmó.
Al respecto, Juliana Salgado dijo que, para Don Ricardo, la gestión sostenible del recurso hídrico es un compromiso que parte desde la alta dirección, lo que permite una visión holística del manejo de este recurso natural limitado.
“Concebimos el agua como un bien público que no solo influye en la salud de nuestros cultivos, sino que también repercute en la salud de nuestra comunidad. Por lo tanto, no solo nos dedicamos a proyectos destinados a optimizar su uso para obtener frutos de calidad, sino que también trabajamos en iniciativas que contribuyan al cuidado y bienestar de quienes nos rodean”, enfatizó.
“Nuestro objetivo de sostenibilidad consiste en desarrollar una estrategia de gestión del agua que tenga un impacto positivo en la gobernanza. Contamos con certificaciones que respaldan nuestras acciones en la operación; no obstante, aspiramos a generar un impacto aún mayor en la cuenca, con el fin de beneficiar a un número más amplio de personas mediante nuestro compromiso responsable”, agregó.
Compromiso con la acción colectiva
Afirmó que el enfoque de Don Ricardo no se limita únicamente a la eficiencia en el consumo de agua, que incluye la implementación de un sistema de riego inteligente y automatizado, así como el uso de estaciones meteorológicas, entre otras medidas.
“También estamos comprometidos con la acción colectiva, mediante proyectos en las comunidades orientados a mejorar el acceso y la gestión del agua en las escuelas y en la comunidad en general, así como a través de la capacitación de los agricultores locales”, acotó.
Fuente: Provid Digital
