Autor: Fenando Cillóniz

El Congreso ha dispuesto que sigamos importando y consumiendo alimentos transgénicos de Estados Unidos, Argentina, Bolivia, etc. La moratoria propuesta se refiere al cultivo de semillas transgénicas, mas no al consumo. En otras palabras, los chanchos, los pollos y las reses que comamos los peruanos seguirán alimentándose con maíces transgénicos importados, y nuestras ensaladas, pasteles y frituras tendrán aceite de soya transgénica importada. En buena cuenta, se está reconociendo que los alimentos transgénicos no son tóxicos, lo cual es correcto. Bien por la gastronomía peruana y los consumidores, que dispondremos de alimentos sanos y nutritivos, pero mal por los agricultores peruanos, que tendremos que competir en desventaja con nuestros pares internacionales. Una vez más, los fregados seremos los productores del campo. En esto de los transgénicos, cada vez me convenzo más: la política y la gastronomía le han ganado a la ciencia. La pasión le ha ganado a la razón. Lamentablemente.