23 mayo 2018 | 10:03 am Por: Redacción

Señaló Alfonso Bustamante Canny, presidente de ComexPerú

“Si se hacen los proyectos de irrigación pendientes, se amplía la frontera agrícola en 200 mil hectáreas”

“Si se hacen los proyectos de irrigación pendientes, se amplía la frontera agrícola en 200 mil hectáreas”

Obras demandarían unos US$ 3.500 millones de inversiones. Las irrigaciones en proceso más avanzadas son Majes-Siguas II y Chavimochic III, que en conjunto habilitarán 100 mil hectáreas.

(Agraria.pe) El crecimiento continuo de las agroexportaciones podría detenerse si no se solucionan algunos problemas. El presidente de la Sociedad de Comercio Exterior del Perú (ComexPerú), Alfonso Bustamante Canny, confía en que el Gobierno de Vizcarra superará esos riesgos. 

Las exportaciones peruanas crecen a buen ritmo desde hace años, tanto las tradicionales (minerales) como las no tradicionales, especialmente las agroexportaciones. ¿Qué se necesita para replicar esto en el resto de la agricultura? 
El crecimiento espectacular de las agroexportaciones en los últimos años se debe a que el Perú tiene ventajas competitivas naturales claras, pero a ello hay que añadir predictibilidad, seguridad jurídica, infraestructura, apertura de mercados para nuestros productos (el rol del Senasa ha sido clave en esto) y facilitamiento de trámites. 

También ha sido muy importante el régimen de promoción agraria, que permite la flexibilidad laboral. Los factores clave son agua (o, mejor, tierra con agua) y mano de obra. 

Grandes proyectos de irrigación que han hecho posible la agroexportación, pero de los que están en proceso algunos tienen problemas. ¿Cuándo saldrán?
Los más avanzados son Majes-Siguas II (40 mil hectáreas) y Chavimochic III (60  mil hectáreas). Toda el área dedicada a la agroexportación hoy abarca 170,000 ha. Es decir, si salen adelante tan solo estas dos irrigaciones casi vamos a duplicar la frontera agrícola para esta actividad. 

Pero para poner en valor estas tierras y poner cultivos, se necesita invertir alrededor de US$ 50 mil por cada hectárea. Por ejemplo, en el caso de Olmos se han invertido unos US$ 1.000 millones para poner en cultivo 20 mil hectáreas (repartidas en unas veinte empresas).

¿Si se sacan adelante los otros proyectos de irrigación pendientes cuál sería el impacto? 
Urge asegurar la ejecución de los proyectos de irrigación como Alto Piura (Piura), Chavimochic III (La Libertad), Olmos (Lambayeque), Chinecas (Áncash), Majes-Siguas II (Arequipa). Ello ampliaría la frontera agrícola en más de 200 mil hectáreas, y supondría una inversión de alrededor de US$ 3.500 millones. Con las tierras que ya están habilitadas y los cultivos que ya están instalados las agroexportaciones llegarán a US$ 10.000 millones al 2021. Y con la instalación de las nuevas 200.000 hectáreas puede volver a duplicarse (a US$ 20.000 millones), siete años después.¿Qué se tiene que hacer para garantizar que estos proyectos de irrigación y otros (Alto Piura, Chinecas) se materialicen? 

Un problema por resolver es cómo se evita que, si un concesionario de alguna de estas irrigaciones está implicado en actos de corrupción (Odebrecht en Chavimochic) no pare la obra. Este es un reto para el gobierno actual. Otro problema son los terrenos. Hay mucho traficante de tierras y, por otro lado, los municipios otorgan derechos sobre terrenos que después son reclamados judicialmente. También hay que resolver el problema de la administración del agua, que no es buena. 

En el tema de la flexibilidad laboral en el agro hay críticas, al punto que reclamos al respecto han llegado al Departamento de Trabajo de EE. UU. y ellos han pedido al Perú que limite los contratos temporales en la agroexportación y otras actividades… 

Algunos políticos y/o académicos desinformados pretenden eliminar la ley de promoción agraria, debido a una supuesta vulneración de los derechos de los trabajadores lo cual es totalmente falso, ya que dicha normativa estableció un régimen especial tributario y un marco laboral adecuado a las particularidades de las actividades agrícolas (la agroexportación requiere 10 veces más mano de obra en la época de cosecha, es muy estacional), pero que respeta todos los derechos de los trabajadores: CTS, gratificaciones, seguro social, vacaciones, etcétera. Además, este régimen no solo existe en el Perú sino también en otros países como EE.UU.

Pero la observación de EE. UU. ya está sobre la mesa. ¿Qué hacer? 
Tenemos que contestar adecuadamente que no se está violando ningún derecho laboral y que se está en línea con las obligaciones adoptadas en el tratado de libre comercio (TLC) con EE.UU. El sector perdería muchísimo si se elimina un régimen promotor de inversiones y generador de empleo formal, como el de promoción agraria. 

¿Cuándo vence este régimen? ¿Cree que el Gobierno va a defender este esquema? 
Vence en el 2021 y es importante prorrogarlo, ya que de lo contrario la inversión se puede retraer. El Gobierno está solicitando facultades para legislar sobre este régimen, así que confiamos en que sí lo prorrogará. 

¿Cómo ve la medida que ha tomado el Gobierno de incrementar el ISC a diversos productos, entre ellos los combustibles, considerando que hay que cerrar el déficit fiscal que se estaba incrementando? 
El riesgo de que el déficit fiscal se incremente más tiene dos formas de solución. Una es cobrándoles más impuestos a los mismos de siempre y otra es aumentar la base tributaria. En el Perú es bastante claro que la gran tarea es ampliar la base tributaria.

Datos

. En el 2017, las exportaciones agropecuarias alcanzaron un valor de US$ 5.906 millones, un 9% mayor al registrado en el 2016. Para alcanzar la meta de los US$ 10,000 millones en exportaciones del sector hacia el 2021, tendría que registrar un crecimiento promedio anual de al menos 15% durante los próximos años, dijo Alfonso Bustamante. 
. Agregó que actualmente la agroexportación crea 700 mil puestos de trabajo formales y generará 750 mil nuevos empleos más en los próximos diez años, pagando sueldos que son más del doble que los del agro informal.

Fuente: Gestión