Permite reducción de gastos administrativos e incrementa la eficiencia en el uso del agua. En Chile se ha utilizado en la industria vitivinícola y en México, en la maicera. Quieren implementarlo en grandes proyectos de irrigación.
Por Guillermo Westreicher H
Lima, 29 Noviembre (Agraria.pe) La empresa Ramos Partners INC busca ingresar al mercado peruano una tecnología de riego controlado de forma inalámbrica, señaló Víctor Ramos, gerente general de la empresa de origen estadounidense.
Informó que la semana pasada presentaron una cotización para una solución de monitoreo completo al Centro de Innovación Tecnológica Vitivinícola (CITEVID) que pertenece al Viceministerio de la Micro y Pequeña Empresa (Mype) e Industria del Ministerio de la Producción (PRODUCE). Además, esperan ofrecer la solución hídrica a tres proyectos de irrigación: Olmos (41 mil Has) Majes Siguas II (38,5 mil Has) y Puyango-Tumbes (15,3 mil Has).
Los sistemas inalámbricos de riego permiten realizar pronósticos meteorológicos; monitoreo de humedad del suelo y microclimas; y control de riego, de tanques, de represas, de cámaras y de alarmas personalizadas, que envían notificaciones a través de llamadas de voz, mensajes de texto o correo electrónico.
Su practicidad reduce costos de producción y mano de obra, detecta enfermedades a tiempo, permite planificar de forma adecuada los recursos, mejora la calidad de cultivos e incrementa los ingresos y la rentabilidad, destacó el gerente.
Para uvas
Según informó Ramos, la irrigación inalámbrica se usa en EEUU, especialmente en la industria vitivinícola.
Señaló que la empresa Obsidian Ridge Vineyards apostó por la tecnología en 100 acres de uvas en Lake County (California) lo que implicó la instalación de una estación base, 9 nodos inalámbricos y un control de bomba.
La inversión fue US$ 16 mil con un costo mensual de US$ 184 y el período de recuperación fue 9 meses. Se registró un ahorro anual de 74% en gastos administrativos de mano de obra (de US$ 18 mil a $ 4,8 mil) 19% en consumo de energía (de $ 8 mil a $ 6,5 mil) y US$ 10 mil en compra y uso de pesticidas. Asimismo, la eficiencia en el uso de agua se incrementó en 15%, remarcó.
Por último, observó que en América Latina este sistema ha sido utilizado en Chile para cultivos de vid y, en México, en la producción de maíz, a través de estaciones climatológicas con la idea de crear modelos predictivos de plagas.
