APROBAM proyecta que cada uno de sus asociados siembre por lo menos cinco hectáreas en los próximos dos años. Estiman que las cosechas pueden rendir hasta US$ 15.000 por hectárea.
(Agraria.pe) La lucha contra los cultivos ilícitos en el interior del país tiene cada vez mejores resultados, sobre todo con los cultivos alternativos que van mostrando a los productores un panorama futuro mucho más promisorio. Es el caso de los productores de bambú de la localidad de Aucayacu en Tingo María, quienes han creado la Asociación de Productores de Bambú de Aucayacu (APROBAM) para planificar el incremento de áreas de cultivo de este producto y su exportación a nuevos mercados.
“El bambú se ha convertido en una alternativa a los cultivos ilícitos de mi zona... Ahora los agricultores tienen fe en este producto, se les demuestra que sí se puede trabajar con bambú pues demora de 1 a 4 años para trabajarlo, en cambio la reforestación demora de 8 a 40 años”, explica Wilfredo Su Castro, productor de la región.
Las posibilidades para participar en esta industria son variadas, pues el bambú puede aplicarse en la fabricación de muebles, en la construcción de viviendas, como insumo para artesanías y hasta ayuda en el control de erosión en suelos degradados, evitando el impacto de huaicos y deslizamientos (otra muy buena razón para fomentar su cultivo).
Artemio Echevarría, otro de los productores asociados a APROBAM, señala que el plan es que en un periodo de dos años cada uno de los miembros de la cooperativa siempre por lo menos cinco hectáreas de este producto. El objetivo es exportar, no vender solamente a mercados locales, además de ayudar a la reforestación y ofrecer una vida mejor a los asociados con el acceso a capacitaciones técnicas.
“Muchas veces desconocemos las bondades de esta planta. El bambú no selecciona la tierra, podemos sembrarlo en terrenos pobres, por hectárea podemos tener cosechas que superan los US$ 15.000”, anota el productor Américo López, quien se muestra entusiasmado con esta perspectiva.
Por su parte, Luis Enrique Flores, imagina la industria hotelera ecológica: “Queremos hacer búngalos, hospedajes campestres, todo ecológico con puro bambú”, dice en voz alta como contando una ilusión que ahora está más cerca de hacerse realidad.
*Con información de Rediagro Perú
