Alimentos primarios como el maíz morado, así como frutos secos y cereales, que no se mantienen bien almacenados, pueden producir hongos y, por lo tanto, aflatoxinas.
(Agraria.pe) El Ministerio de Agricultura y Riego (Minagri), aclaró que alimentos primarios como el maíz morado, así como frutos secos y cereales, que no se mantienen bien almacenados, pueden producir hongos y, por lo tanto, aflatoxinas, cuyo consumo excesivo podría poner en riesgo la vida y la salud de personas y animales.
El moho, hongo que aparece a causa de la humedad y cambios en la temperatura, puede provocar que las aflatoxinas ingresen al organismo a través de la inhalación, ingesta o contacto corporal, representando un peligro para quienes mantienen una dieta en base a frutos secos de manera excesiva y por tiempos prolongados.
Es clave asumir buenas prácticas de almacenamiento de alimentos, “conservar en lugar fresco y seco”, evitando que estos productos (como el maíz) estén en contacto con otros que puedan estar contaminados con estos hongos. Los esfuerzos dedicados a evitar la contaminación durante la producción, cosecha, lavado y embalaje, serán inútiles si las condiciones de almacenamiento no son las adecuadas.
Es necesario que los minoristas comercialicen productos (tusas o corontas de maíz sin procesar destinadas para alimentación de animales de abasto o para elaboración de chicha morada) que provengan de establecimientos autorizados por el Servicio Nacional de Sanidad Agraria (Senasa), y que los usuarios adquieran productos procesados, como la esencia de chicha morada en polvo y en sobre, con registro sanitario de la Dirección General de Salud Ambiental (Digesa).
Además, los gobiernos locales son los llamados a verificar que los alimentos que se producen, transportan y comercializan en los mercados de abasto cumplan con las buenas prácticas de producción e higiene en alimentos frescos, para evitar y garantizar que no se contaminen y pongan en riesgo la vida y la salud.
El moho es un hongo que desprende un olor desagradable y cambia de aspecto a los alimentos, que puede presentar partes blanquecinas. Cuando se encuentra en un producto, lo mejor es desecharlo, puesto que también pueden haberse formado bacterias a su alrededor.