18 junio 2018 | 10:14 am Por: Edwin Ramos

Resiliencia comercial

El zumo de caña, ¿una alternativa para la industria del azúcar frente a la tendencia de consumo saludable?

El zumo de caña, ¿una alternativa para la industria del azúcar frente a la tendencia de consumo saludable?

Lo planteó Francisco Huerta, director de APECAÑA. Esta medida ayudaría además a reducir el volumen de oferta del insumo para el azúcar y mitigar una eventual caída de precios en los mercados.

(Agraria.pe)  Las industrias vinculadas a la producción de alimentos tienen que adaptarse a las nuevas tendencias mundiales si no quieren verse mermadas grandemente desde el punto de vista comercial. 

Así lo explicó el economista Francisco Huerta Benites, director de la Asociación Pro Caña de Azúcar y Derivados (APECAÑA), quien recordó que “el azúcar de caña puede estar enfrentando en el largo plazo un crecimiento limitado y eventualmente un descenso absoluto, por la tendencia al consumo de alimentos más saludables y la presencia de sustitutos”. Para el especialista, esta situación planteará movilidad de trabajadores y formación en diversas habilidades técnicas que se adecúen a nuevos mapas productivos. 

Con esa perspectiva, apuntó que existen mercados que se están desarrollando en torno a derivados de la caña de azúcar, los que representan un buen potencial comercial y ventajas para la propia industria azucarera ya que la caña puede encontrar otros usos, reducir así su oferta y tener como efecto una disminución del impacto de los precios del azúcar. 

“El negocio vinculado al azúcar no está en hacer caña de azúcar porque las grandes empresas ya lo vienen haciendo y tienen economías de escala”, sostuvo, y refirió que está presentando un estudio de prefactibilidad para desarrollar zumo de caña de azúcar en Lambayeque. Observó que si bien éste ya se desarrolla de forma artesanal actualmente, lo ideal es industrializarlo para disminuir los costos del proceso a la vez que se logra mayor calidad del producto final. “Y habría mayor evidencia de la trazabilidad de esa caña: de dónde vino y cómo se fue procesando”.

Para este fin, estimó, se requiere contar con una planta dedicada a la extracción, pasteurización y comercialización del zumo. Además, lo ideal es una presentación en envases de vidrio, pues mantienen mejores condiciones para la textura y sabor del contenido, aunque tienen algunas limitaciones para el traslado, que es el único ámbito en que los envases de plástico representan una ventaja “Por las tendencias en el mundo, el plástico tiende a ser menos usado, por su resistencia la biodegradación, es un no biodegradable; sin embargo mucha gente prefiere el PET (politereftalato de etileno) por las facilidades que ofrece”, observa.

En una segunda etapa, Francisco Huerta consideró que lo importante para dar sostenibilidad a esta industria es resaltar su valor diferencial como jugo original directo de la caña, para lo cual hay que identificar mercados que estén interesados en esta propuesta de valor. “..La posibilidad de entrada de nuevas empresas es bastante alta, debido a que el mercado de bebidas carbonatadas en el Perú tiene mucho para crecer, donde el consumo en provincias ha experimentado un incremento del 12 por ciento en los últimos años, según la Corporación Lindley”, dijo, mostrando el derrotero que puede aprovechar la industria ante un panorama que se muestra lleno de retos.

*Con información de SomosNorte