COLUMNA DE:
Sandro Barreto

Sandro Barreto

16 noviembre 2015 | 08:47 am Por: Sandro Barreto

Corrupción: ¿Característica cultural del Perú, sus organizaciones y su gente?

Corrupción: ¿Característica cultural del Perú, sus organizaciones y su gente?
Que Nadine Heredia haya admitido que las 4 agendas que investiga la fiscalía son suyas después de haberlo negado categóricamente en primera instancia, que el Consejo Nacional de la Magistratura (CNM) en la misma semana haya ratificado en su cargo de consejero a Alfredo Quispe Pariona (sobre quien pesan acusaciones y pruebas de acoso sexual y negocios ilícitos), para luego destituirlo debido a la presión ejercida por diversas agrupaciones de la sociedad civil quienes convocaron a un plantón para este lunes 16 y que la mesa directiva del congreso haya decidido tratar en sesión secreta el caso del congresista Wilder Ruiz Loayza, quien despidió repentinamente a su extrabajadora Daniela Silva solo por el hecho de estar embarazada, son algunos hechos sucedidos la semana pasada que nos muestran el nivel de corrupción que existe en los 3 poderes del estado; sin embargo lo curioso es que estos hechos son característicos de una “semana típica” en nuestro pais.

Para que los tres poderes del estado y las instituciones tuteleras que lo conforman (incluyendo la iglesia) estén en ese nivel de corrupción, es necesario que del lado de la sociedad civil exista un significativo porcentaje de actores que participen activamente en este nefasto juego. (no puede existir uno sin el otro)

Transparency International define la corrupción como ”el abuso con fines de lucro personal del poder delegado”. El abuso puede ser perpetrado por una persona con poder decisorio en el sector público o privado; iniciado por dicha persona o provocado por un tercero que quiera influir en el proceso de toma de decisiones.

La corrupción es una manifestación de las debilidades en las organizaciones (públicas y privadas), debido a bajos estándares éticos y morales,  de incentivos sesgados y de la falta de aplicación de la Ley  y/o del reglamento de trabajo. El comportamiento corrupto deriva beneficios ilícitos a una persona o grupo pequeño al ignorar reglas que han sido diseñadas para garantizar la imparcialidad y la eficiencia. Produce resultados injustos, ineficientes y antieconómicos. Las recompensas ilícitas para un grupo pequeño que rompe las reglas se producen a expensas de la comunidad en general.

Nuestra historia republicana es un “contínuum” de corrupción que se ha ido acrecentando y evidenciando cada vez con mayor facilidad; sin embargo es posible detener y revertir la corrupción si acometemos la tarea desde un cambio individual. Al cambiar cada uno de nosotros podremos influir en las personas con las que interactuamos, pues verán en cada una de nuestras acciones un modelo a seguir; es decir, a un auténtico Líder. Cuanto más potente sea el impacto que desee causar, tanto mayor influencia necesitará. Si quiere contribuir a cambiar el Perú, cambie usted primero.

Si desean más información sobre liderazgo escríbanos a este correo: servicioalcliente@goldenage.pe, o visite la página web: www.goldenage.pe